Las mujeres, la infancia y juventud, así como indígenas y organizaciones no gubernamentales entre otros, deberán ser determinantes en la toma de decisiones en relación al desarrollo sostenible, consideró Lorena San Román, especialista del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA).
En el Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la especialista vaticinó que en los próximos 20 años, el 80 por ciento de la población mundial residirá en zonas urbanas, por lo que considero urgente empezar a trabajar en temas como la educación, democracia, economía, pobreza y equidad.
San Román definió al desarrollo sostenible como la capacidad de cubrir las expectativas actuales sin explotar irracionalmente los recursos naturales.
Alcanzar ese desarrollo dijo, requiere de un sistema político que asegure la participación ciudadana efectiva en la toma de decisiones y muestre voluntad para emprender las acciones tendientes al mejoramiento de las condiciones sociales.
También se requiere un sistema económico capaz de generar los excedentes y conocimientos técnicos sostenibles confiables y de producción, que respete la obligación de preservar la base ecológica para dicho propósito.
La investigadora de Naciones Unidas, dijo que es necesario reorientar las necesidades de cada país en investigación para cumplir los planes de desarrollo sostenible con herramientas tecnológicas que provean alternativas de solución a los problemas.
Desde 1992, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, se reconoció que las mujeres jugaban un papel clave en el desarrollo sostenible, por lo que recomendaban medidas para garantizar su participación y sus derechos.
Las sucesivas conferencias, la de Viena, la Cumbre de Desarrollo Sostenible y la de Beijing reconocieron que los derechos de las mujeres son humanos, por lo tanto están protegidos por los derechos humanos universales.
2004/LG/GV/SM