El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, urgió hoy a los gobiernos de Rwanda y Burundi a respetar las convenciones internacionales para refugiados y condenó la deportación de cinco mil solicitantes de asilo rwandeses realizada por el gobierno burundés los pasados dos días.
Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lamentó que pese a los reiterados llamamientos a los gobiernos de ambos países a cumplir con sus obligaciones y a buscar una solución constructiva acorde con las leyes internacionales, las autoridades hubieran tomado una decisión violatoria de éstas, señala un comunicado de la ONU.
Asimismo, denunció que se negó el acceso de su personal a los solicitantes de asilo, por lo que es difícil determinar si el regreso masivo fue voluntario en alguna medida, aunque las circunstancias indiquen que los deportados no tuvieron otra opción.
Ron Redmond, portavoz del ACNUR en Ginebra, explicó que Rwanda y Burundi habían anunciado el fin de semana que los solicitantes de asilo se estaban reclasificando como inmigrantes ilegales.
Agregó que otros dos mil rwandeses que aún se encuentran en Burundi serán deportados hoy, según señalaron ambos gobiernos.
Por otra parte, el ACNUR estimó que siete mil burundianos refugiados en Rwanda podrían correr la misma suerte debido al acuerdo bilateral entre los gobiernos de estos países.
2005/SJ