Tres mujeres más fueron asesinadas las últimas horas en Guatemala, donde grupos de derechos humanos contabilizan más de 220 crímenes en lo que va del año de acuerdo con informes de fuentes oficiales.
Según un parte de la Policía Nacional Civil (PNC), los cuerpos de dos mujeres aún sin identificar, con heridas de arma blanca y señales de tortura, fueron localizados el domingo dentro de costales cosidos con cáñamo en la localidad de Palín, departamento meridional de Escuintla.
Las víctimas, cuyas edades se estimaron en 16 y 25 años, fueron arrojadas sobre el asfalto desde un vehículo en marcha, por lo que se supone residían en lugares distantes de donde fueron encontradas, según testimonios de vecinos.
El Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Sergio Morales, indicó que la serie de hechos de sangre contra mujeres es parte de un mensaje que tratan de dar los victimarios al pueblo en general y a las fuerzas de seguridad en particular, en el sentido de que no tienen miedo y lo demuestran con un sector muy vulnerable.
A criterio de la PDH, no se trata de crímenes pasionales ni solamente de maras, pues «la forma y la crueldad con que se cometen los asesinatos demuestra que detrás hay una red bien elaborada del crimen».
OTRO CASO
En otro incidente registrado anoche en Santa Inés Petapa, en esta capital, socorristas ubicaron a Johann Jolón, de 19 años, a quien presuntos miembros de la Mara 18 (pandilla juvenil) le propinaron disparos en el rostro en venganza porque su compañero sentimental se había retirado de ese grupo.
El ministro de Gobernación, Arturo Soto, atribuyó los tres hechos a pleitos entre maras y reiteró que los asesinatos de mujeres en Guatemala se deben a la pertenencia o vínculos de las víctimas con esos grupos.
Sin embargo, organizaciones feministas acusan al gobierno y a la PNC de falta de acción para capturar a los responsables y ponerlos a disposición de la justicia.
2004/BJ/GV