La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) lanzará el mes próximo el reconocimiento Empresas Familiarmente Responsables, es decir que busquen fortalecer la vida familiar del trabajador y que hayan cumplido con «políticas a favor de la conciliación familia-trabajo, equidad de género y contra la violencia laboral».
Así lo informó la directora de Equidad y Género de esa dependencia, María Reyes Córdova, quien se pronunció por un nuevo modo de ser competitivos. «No buscamos que las empresas sean instituciones de caridad», pero la inversión que hagan en capital humano, les garantizará que se refleje en un mejor rendimiento laboral.
«Nuestro objetivo es la equidad de los grupos vulnerados, en especial de las trabajadoras y la inclusión para las que aún no ingresan al mundo laboral», porque aunque el tema de la equidad de género se puso en la agenda mundial hace 11 años, tras la Cumbre de Pekín en 1995, la ley del trabajo en México es obsoleta porque está diseñada para «el hombre proveedor y la mujer ama de casa», abundó.
A pesar, dijo, de que en el Consejo de Europa, el tema de la reconciliación familiar «ya está dentro de sus exigencias para ser países competitivos», y la Organización Internacional del Trabajo establece «políticas familiarmente responsables».
No obstante, aunque en los últimos tres años el número de mexicanas trabajadoras aumentó del 36 al 39 por ciento, no existen para ellas condiciones dignas y equitativas, como se demostró en un estudio elaborado por la STPS en 2005 aplicado en 19 ciudades del país.
Las mujeres no pueden progresar ni permanecer mucho tiempo en sus puestos porque en el reparto de responsabilidades con los hijos entre el hombre y la mujer, se observó que ella se ocupa en un 40 por ciento y el marido, apenas un 3.7 por ciento. En el sector informal, las mujeres se ocupan del 70 por ciento de los hijos, y los esposos del 0.00 por ciento.
En cuanto a las ocupaciones domésticas, el 70.8 por ciento está cargo de las mujeres y sólo el 22.7 por ciento, es compartido por la pareja, de acuerdo al estudio.
Otro factor en contra, es que en muchas empresas se considera que las mujeres, que pueden embarazarse o tienen hijos, no representan una garantía de progreso y productividad en el empleo y entonces hay una marginación o se les mantiene en niveles operativos.
Finalmente, la funcionaria confió en el sentido humanista del sector empresarial y citó varios casos como el de una empresa de Chihuahua que detectó que la mayoría de sus empleados eran madres solteras con doble jornada e implementó una política «familiarmente responsable» que incluyó incorporar máquinas lavadoras en el trabajo y proveer servicio de comida económica para llevar.
Confirmó que existen casi 50 negocios (10 en Sinaloa y alrededor de 33 en la zona metropolitana) en «lista de espera» para recibir el reconocimiento como «Empresas Familiarmente Responsables».
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