Es necesario que los países promuevan legislaciones que garanticen el derecho a la salud y los derechos humanos de las personas que viven con VIH/Sida, afirmó George Alleyne, representante de Kofi Annan en el XXX Periodo de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que se lleva a cabo desde el lunes pasado en esta ciudad capital.
El funcionario de la ONU quien participó en una mesa redonda sobre VIH/Sida, reconoció los avances que se han logrado en los últimos 10 años para combatir el VIH/Sida y los esfuerzos que han hecho los gobiernos del mundo, aunque destacó la necesidad de redoblar esfuerzos para llegar a los sectores más afectados por la pandemia, que son aquellos con menos posibilidades educativas y de acceso a la información.
Por lo anterior, dijo «el combate al sida debe estar acompañado de estrategias de comunicación que lleguen a todas las poblaciones, pero no solamente con un enfoque preventivo, sino que pongan énfasis en la eliminación de la discriminación y estigma hacia quienes viven con VIH».
En la mesa redonda, la Secretaría de Salud de México presentó un panorama general de la situación de la pandemia, en la que el subsecretario de Salud, Roberto Tapia, explicó que para tener una buena política pública es necesario sustentar tres pilares del cambio del paradigma en las estrategias para erradicar el sida de la sociedad: ética, técnico y político.
El funcionario mexicano subrayó la necesidad de que las políticas encaminadas a eliminar el VIH estén vinculadas con la salud sexual y reproductiva, pues de no hacerlo, aseguró, «difícilmente se podrán alcanzar las metas propuestas por los gobiernos para 2015».
Reconoció que en México la pandemia está focalizada en poblaciones específicas, como la de hombres que tienen sexo con otros hombres, trabajadores y trabajadoras sexuales y usuarios de drogas intravenosas. No obstante, dijo, «es necesario implementar estrategias en la juventud y las mujeres, que se están viendo afectados cada día más».
Por su parte, Patricia Pérez, representante de la Comunidad Internacional de mujeres que viven con VIH, pidió sensibilidad a los gobiernos de la región latinoamericana en la lucha contra el sida, por lo que planteó la necesidad de establecer estrategias nacionales, regionales y globales en la prevención del VIH dirigido a las mujeres, «pues son ellas un sector poblacional poco atendido por las políticas públicas en países con economías débiles».
Hizo un llamado a la población femenina que vive con VIH, para que tomen el liderazgo y a partir de sus experiencias se organicen para incidir en las políticas públicas de sus países. Al mismo tiempo, instó a los medios de comunicación a mostrar la realidad de las mujeres seropositivas desde una perspectiva humanista y en donde se abogue por el derecho a la salud y los derechos humanos.
La activista planteó a los delegados de la CEPAL que deben pugnar porque las personas que viven con VIH tengan el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales, pero que estos sean de calidad comprobada.
La activista dijo que un resultado positivo para una mujer debe implicar una modificación sustancial de vida. «Las mujeres VIH positivas tenemos que capacitarnos para saber vivir con el virus, pero además para exigir nuestro derecho a la salud y nuestros derechos humanos… una vez que logremos eso, podrán estar realmente mejor, mientras eso no suceda, los gobiernos estarán haciendo algo mal».
Al hacer uso de la palabra, Mario Bronfman, investigador y miembro de la Fundación Ford, explicó que el VIH en poblaciones móviles, los problemas problemas principales que enfrenta la lucha contra el sida es la discriminación y estigma hacia quienes viven con el virus, siendo ese uno de los impedimentos para su combate.
Explicó que el trasfondo de las cifras sobre sida, es la pobreza y la inequidad que existe entre países y al interior de cada nación, que se agudizan con los desastres naturales y la movilidad de las poblaciones. Al respecto, precisó que «estos procesos migratorios perjudican particularmente a las mujeres, quienes en un porcentaje de 70 por ciento ha tenido algún tipo de violencia sexual durante sus traslados».
El investigador, quien ha desarrollado diversos estudios sobre migración y sida, lamentó en su ponencia que los temas emergentes siguen siendo los mismos que se vienen planteando desde hace varios años y que no han sido solucionados, como aquellos que tienen que ver con grupos vulnerables, estigma y discriminación, derechos humanos y el financiamiento en la lucha contra el VIH.
Bronfman señaló que la población de hombres que tienen sexo con otros hombres es un factor de riesgo para la diseminación de la infección y ello radica en que los individuos no se reconocen como sujetos susceptibles a la infección. «Los hombres que no se identifican como homosexuales son particularmente vulnerables al virus».
El investigador consideró necesaria la información relacionada a los derechos de las personas que viven con VIH, además de implementar leyes y normas que protejan a las y los seropositivos y como punto medular, proveer a la sociedad civil de las herramientas que les permita monitorear la aplicación de leyes y el respeto de los derechos humanos.
Por último Mario Bronfman subrayó la importancia de atender a los grupos vulnerables bajo el enfoque de género, haciendo énfasis en la salud sexual y reproductiva, y atacando el estigma y la discriminación, sin olvidar monitorear y evaluar el destino y los fondos en la región latinoamericana para el combate de este flagelo.
2004/AM/GV
