Comenzaron a inscribirse las primeras voluntarias que ayudarán a dar forma al Encuentro Nacional de Mujeres Feministas, a celebrarse en esta ciudad chilena en 2005.
Este nuevo desafío de las feministas y las mujeres chilenas, reunirá a distintas agrupaciones y organizaciones no gubernamentales (ONG).
Entre sus objetivos está «denunciar el modelo económico y cultural ultraconservador que tiene su inhumana expresión en políticas orientadas a controlar nuestros cuerpos y nuestros deseos».
Muchas son las formas de encarcelamiento que se nos imponen: la expropiación del propio placer, la maternidad, sin que ella sea necesariamente un proyecto en nuestras vidas, el culto a la delgadez y la obligación de aceptar trabajos precarios al servicio de intereses ajenos, destaca la convocatoria a dicho encuentro.
Más aún al hacer un recuento de lo que ha sido en Chile el movimiento de mujeres, la convocatoria resalta que desde fines del siglo19, la población femenina en esta nación ha sido capaz de crear tempranamente sus propios partidos y, a pesar de la marginación política de que han sido presa, en 1922 forman el Partido Cívico Femenino y en 1946 el Partido Femenino de Chile.
«Ambos institutos, con el claro objetivo de obtener el derecho al sufragio universal, conseguido en 1949, y participar como ciudadanas plenas en los asuntos públicos. Una ciudadanía que con el tiempo reconoceríamos de segunda categoría», destaca el texto difundido en el portal de Mujereshoy y agrega:
En los ochenta, ante la dictadura militar y el surgimiento de renovadas formas de opresión hacia las mujeres, como la incorporación a trabajos inestables y mal pagados y la prohibición del aborto terapéutico, entre otros, las feministas subversivas, transgresoras, des-ordenadas y rebeldes con causas de sobra, nos la jugamos por la recuperación de la nación.
En los noventa, logramos profundizar la acción política por los derechos humanos de las mujeres, develando la violencia de género, la doble jornada, la desigualdad salarial y mucho más.
Hoy como ayer, hacer política feminista no sólo es posible sino necesario y urgente. El feminismo es un espacio de libertad que nos da la posibilidad de construir una relación amorosa y política con nuestros cuerpos. Es un espacio para ser desde la autodeterminación, para imaginar el mundo que queremos y hacerlo, concluye la convocatoria.
2004/GV
