La Organización de Mujeres Tierra Viva exigió al gobierno guatemalteco, velar por la vigencia de los derechos humanos y promover políticas y programas a favor de la salud femenina, así como invertir recursos financieros, para hacer que los derechos sexuales y reproductivos sean una realidad para las guatemaltecas.
Asimismo, urgió a continuar con el impulso y cumplimiento de los lineamientos e instrumentos nacionales a favor de los derechos de las mujeres.
Cada año, a nivel mundial, más de medio millón de mujeres mueren por causas maternas, además de que el embarazo es la principal causa de muerte en adolescentes de 15 a 19 años de edad, en tanto que cada 14 segundos la adolescencia se infecta con el VIH SIDA, en su mayoría mujeres.
Las estimaciones del informe Línea Basal de Mortalidad Materna 2000, derivado del Programa Nacional de Salud Reproductiva, sitúan a la nación guatemalteca, en 153 el número de muertes a causa de complicaciones relacionadas con la maternidad por cada 100 mil nacimiento.
En el marco del Día Internacional de acción mundial por la salud de la Mujer, el pasado 28 de mayo, la Comisión Permanente, la Instancia de Parlamentarias y la Comisión de Salud del Congreso de la República, coincidieron que la salud es un derecho fundamental para el desarrollo de las mujeres.
«Las necesidades de salud de esta parte de la población deben ser atendidas como una prioridad de estado, dentro del Sistema Nacional de Salud», dijeron, al recordar que el estado debe contar con los insumos y el personal capacitado, para atender en forma eficiente los problemas de salud que afectan a las guatemaltecas, incluyendo la salud reproductiva.
En un comunicado, la Organización de Mujeres Tierra Viva, recordó que siendo la muerte materna una de las principales causas de decesos en América Latina, se deben implementar estrategias para su reducción, a través de capacitaciones e información adecuada sobre la planificación familiar.
Así como la prestación de servicios competentes, dirigidos al empoderamiento de las mujeres y asegurar su participación ciudadana y política.
«Es indispensable partir de la voluntad política, a fin de contar con una planificación adecuada y asignar e implementar los recursos financieros y humanos, para mejorar la calidad de vida de las mujeres y de sus familias», establece.
La salud de las mujeres debe ser atendida de manera integral, no sólo desde su rol de madres, sino también desde la perspectiva de sus necesidades y actividades como ciudadanas insertadas en los diferentes campos de la vida económica, social y política del país, concluyó.
2004/GV/SM