Familiares de las víctimas de feminicidio en Ciudad Juárez consideraron que la pretensión de Marta Sahagún de encabezar un programa contra la violencia de género, con énfasis en Ciudad Juárez, es una maniobra electorera y oportunista, pues durante cuatro años se desentendió del problema.
Aseguraron que en 2001, Sahagún rehusó participar en acciones para detener el feminicidio en Ciudad Juárez, asegurando a madres de las víctimas que «por política, no la dejaban intervenir». También, dijeron, se negó a reunirse con ellas, argumentando que su agenda estaba muy llena.
Cuatro años después, cuando se le menciona como posible candidata del PAN al gobierno capitalino o a una senaduría, la esposa del presidente Vicente Fox aceptó encabezar un programa contra la violencia de género, a iniciativa de la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, Patricia Olamendi.
La propuesta surgió durante una comida convocada por la funcionaria con representantes de organizaciones civiles y organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), confirmó Esperanza Brito, directora de la revista FEM.
En la reunión, que se celebró el pasado 31 de mayo, y nuevamente a iniciativa de Olamendi, se propuso a Marta Sahagún encabezar el proyecto «porque actualmente es la mujer con más poder en México y puede mover recursos e influencias para dar una solución al problema de la violencia contra las mujeres», explicó.
Sahagún aceptó y, en la misma reunión, se acordó que Guadalupe Azuara, terapista con experiencia en temas de violencia sexual y colaboradora durante mucho tiempo de Olamendi, la asesorará en la elaboración de un proyecto con acciones específicas para detener la violencia de género, aunque no se fijó fecha para la próxima reunión.
Sin embargo, Laura Martínez de Asociación Integral para Personas Violadas (Adivac), las participantes desconocían el motivo de la reunión y fue la propia Sahagún quien les manifestó su deseo de emprender una campaña contra la violencia de género y les preguntó cómo podían ayudarla.
De acuerdo con la entrevistada, Sahagún trató de justificar su tardanza para intervenir en el tema con el argumento de que, al casarse con el presidente y por haber formado antes parte de su gabinete «no sabía qué hacer y qué temas retomar en su nueva posición».
MANIOBRA OPORTUNISTA Y ELECTORERA
Sin embargo, organizaciones como Casa Amiga, Nuestras Hijas de Regreso a Casa y el Comité de la Campaña contra el Feminicidio y la Impunidad en Ciudad Juárez, pusieron en duda las intenciones de Marta Sahún, quien siempre se negó a intervenir en el tema y advirtieron que no permitirán la manipulación política de los crímenes contra mujeres en esa ciudad fronteriza.
«Es un acto vergonzoso de oportunismo político, porque no nos preguntaron a las que vivimos el problema y podemos dar soluciones. No le concedo a Marta Sahagún la capacidad para entender y atender el tema», aseguró Esther Chávez Cano, directora de la organización Casa Amiga, de Ciudad Juárez.
Recordó que en 2001 la respuesta que dio la primera dama a las solicitudes de audiencia de las madres de víctimas fue que «por política, no me dejan intervenir en el caso», y aseguró que el proyecto es una maniobra para posicionar políticamente a la esposa del presidente.
Aseguró, las integrantes de esta y otras organizaciones han decidido recurrir a las instancias internacionales, pues ya no confían en las instituciones nacionales, y menos en Marta Sahagún.
Marisela Ortiz, de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, explicó también que en 2001 integrantes de la organización solicitaron audiencia en repetidas ocasiones a Sahagún, quien siempre respondió que «le preocupaba mucho el tema, pero que su agenda estaba muy llena».
«Si hubiera tenido una preocupación seria, habría actuado entonces», dijo, y advirtió que los familiares no permitirán que se pretenda utilizar el feminicidio para ganar capital político.
Silvia Solís, del Comité de la Campaña contra el Feminicidio y la Impunidad en Ciudad Juárez, también expresó dudas sobre las verdaderas intenciones del proyecto, pero consideró que es buena cualquier iniciativa que tome medidas para detener la violencia contra las mujeres.
«No tenemos mucha confianza en que se vaya a cumplir y que efectivamente se detenga la impunidad, pues el gobierno de Vicente Fox no ha estado a la altura para atender el problema, se tardó tres años en recibir a las familias de las víctimas y este proyecto creemos que llega un poco tarde», consideró.
2005/LG/SJ
