En algunos lugares del mundo hasta dos terceras partes de la población femenina tienen alguna experiencia de violencia intrafamiliar, documentan resultados preliminares de un estudio a cargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre esos lugares destacan Perú, Brasil y Tailandia por sus altas tasas de violencia. En Perú 55 por ciento de las mujeres urbanas admitieron golpes e injurias, pero la cifra se elevó hasta 61 por ciento entre la población femenina rural; por su parte Brasil registra 31 por ciento y Tailandia 23 por ciento.
Según los resultados de la investigación, presentada la semana pasada aquí durante la Conferencia Mundial en Control y Prevención de Lesiones, muchas víctimas sufren secuelas de salud como resultado de esa violencia.
En comparación con las mujeres que llevan una vida más tranquila, «las víctimas de agresiones con frecuencia tienden a ser fumadoras, a beber grandes cantidades de alcohol y a tener síntomas sicosomáticos», comentó al servicio UN Wire la investigadora Meiko Yoshihama, quien dirigió el estudio en Japón.
De la misma manera las mujeres que viven relaciones violentas son más propensas a abortos, a infecciones ginecológicas serias –como resultado de violaciones– y a pensamientos suicidas.
Por otro lado la investigadora en Tailandia Wassana Im-Em, dijo a la BBC que «necesitamos aumentar la conciencia de que la violencia doméstica es un problema social al que podemos vincular el riesgo de adquirir el vih/sida o el virus de hepatitis C.
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