En las últimas semanas el país está sacudido por la vorágine de cambios y propuestas anunciados y que se realizarán en cuanto Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sea formalmente el nuevo Presidente de México.
Hay que empezar por las últimas novedades, son muy relevantes: por un lado Marcelo Ebrard Casaubón (futuro Secretario de Relaciones Exteriores), dio a conocer el día de ayer domingo, un documento que contiene nada más y nada menos que un Plan Integral de Migración que AMLO propone al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump; en un momento donde la separación de las familias y las escenas de la niñez latina enjaulada, esposada y sometida a juicios, es una sacudida a los más elementales Derechos Humanos de la niñez.
Es un proyecto para atender «de manera integral y de fondo» la migración y «hacerla económicamente innecesaria». Se trata de que México, Estados Unidos y los países de Centroamérica, aporten recursos, «cada uno en la dimensión de su economía», para financiar -con 75 por ciento de lo que se recaude- el desarrollo de la región, con proyectos para combatir la pobreza, y el resto destinarlo a control fronterizo y seguridad.
“Si en este plan participamos Estados Unidos, México e incluimos a los países centroamericanos, podemos reunir una considerable cantidad de recursos para el desarrollo de la región… De esta manera estaríamos atendiendo las causas que originan el fenómeno migratorio”. Es indispensable un proyecto que incluya los países centroamericanos, esas mujeres que viajan desde esa región hacia Estados Unidos con sus hijas o hijos necesitan una solución de fondo.
Sin embargo no se puede perder de vista que ese plan enfrenta la política de Trump: “migración cero”, que para él es electoral y tranquilamente dice: “no vengan”; frente a las protestas de organizaciones nacionales e internacionales por el maltrato a niñez y mujeres migrantes. La propuesta de AMLO va a la causalidad de esas migraciones: la pobreza, el desempleo y la violencia. “No van” y se exponen a tantos peligros por gusto.
Por otra parte ayer también la próxima Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum dio a conocer una buena parte de su gabinete, un gabinete con paridad ya que está conformado por ocho mujeres.
Se crea una Secretaría de Derechos de las Mujeres y estará dirigida por la distinguida antropóloga Gabriela Rodríguez Ramírez, feminista estudiosa de la situación de las mujeres en el país y a nivel internacional. Habrá que esperar las funciones de esta Secretaría, por supuesto serán más amplias que las del Instituto de las Mujeres.
La magnitud de la problemática que hoy enfrentan las capitalinas obliga a construir políticas públicas con perspectiva de género, en esa y en las otras dependencias del gobierno, así como en las Alcaldías.
Otro nombramiento muy relevante es el de la Doctora Rosaura Ruiz, destacada científica, feminista, ex directora de la Facultad de Ciencias y excandidata a la rectoría de la UNAM. Ella estará a cargo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación. Un aspecto estratégico en el desarrollo de la CDMX y del país, con amplios beneficios para la niñez y las mujeres.
Con el criterio de la austeridad republicana que es la premisa del próximo Presidente, se compactó la Secretaría de Economía con la de Trabajo; eso sí puede generar problemas y afectaciones importantes, porque la secretaría de Trabajo es un pilar muy importante en la resolución de todos los problemas laborales que tienen hoy y desde hace casi 30 años las trabajadoras y éstos no se resuelven exclusivamente con una mirada economicista.
A nivel federal la Secretaría del Trabajo y Previsión Social será dirigida por una mujer: Luisa María Alcalde Luján. Sus propuestas son muy pertinentes y están dirigidas a puntos nodales en la resolución de los problemas y retos del mundo laboral para la Mujer.
* Economista especializada en temas de género
Twitter: @ramonaponce
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