La mayoría de las mujeres del mundo siguen siendo invisibles por lo que suelen ser pasadas por alto, además, su incorporación al progreso es lento y desigual. Por lo tanto ningún país puede decir que ha logrado la igualdad de género, aseguró Aster Zaude, asesor en materia de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, en inglés).
En un trabajo titulado El arduo camino en pos de la desigualdad de género, el funcionario establece que las dos terceras partes de los 876 millones de analfabetos que hay en el mundo son mujeres; además, de los mil millones de personas que viven en la pobreza, 60 por ciento es población femenina.
Asimismo, refiere el documento, una de cada cuatro mujeres han sido objeto de una u otra forma de violencia física, en tanto 80 por ciento de las víctimas por conflictos armados son mujeres, niñas y niños.
Otro de los problemas del desarrollo, apunta el asesor internacional, es el fenómeno del crecimiento impulsado por el mercado. El conflicto se debe a que el mercado considera que los bienes y servicios comerciales tienen preferencia sobre el capital social y el trabajo no remunerado; y éste básicamente es el que desempeñan las mujeres.
A decir de Aster Zaoude, existen dos criterios para lograr un desarrollo verdaderamente equitativo en cuanto a género: uno, dice, parte del supuesto de que sí es posible ajustar las políticas e instituciones de desarrollo existentes; por lo tanto la solución es incorporar a las mujeres en la fuerza de trabajo y darles mayor representación en órganos de decisión.
El segundo criterio plantea cuestiones fundamentales de equidad y parte de reconocer las desigualdades por motivo de género, tan arraigadas en los procesos y principios institucionales; por lo tanto, hay que transformarlos, no remendarlos.
El documento del funcionario internacional también señala que el desarrollo puede peligrar si no se incorpora la perspectiva de género a los programas públicos. Asimismo deben hacerse reformas jurídicas para reformar también la capacidad institucional con la que se aborden los derechos humanos de las mujeres, incluido el derecho a la tierra y los derechos de propiedad.
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