Los medios de comunicación suelen mostrarse antirracista y favorables a la integración, pero suelen excluir la voz de los inmigrantes, señala un estudio de la Fundación Jaume Bonfil.
El estudio realizado en cuatro diarios de Cataluña, toman posiciones antirracistas y antixenófobas, pero la voz de los inmigrantes queda excluida de las informaciones y en muchos casos hay una etnificación de la delincuencia y es frecuente la falta de contextos sobre los conflictos que afectan a la población inmigrante.
El estudio La prensa y la inmigración -de la Fundación Jaume Bofill y realizado por el Observatorio de la Cobertura informativa de Conflictos de la UAB- se analizan las líneas editoriales de El Periódico, La Vanguardia, El País y Avui, señala el portal del Canal Solidario.
Según este estudio, las informaciones sobre inmigración tienen en general un tono favorable a la diversidad cultural y es común que respeten las recomendaciones del Manual de estilo periodístico para el tratamiento de las minorías étnicas, del Colegio de Periodistas de Cataluña.
Así, destaca el hecho de que, normalmente, no se incluyen en las noticias referencias al grupo étnico, el color de la piel, el país de origen, la religión o cultura de los inmigrantes cuando no son realmente necesarias.
Otro elemento es que no se suelen utilizar el término inmigrantes ilegales, sin embargo, se habla de inmigración ilegal, «proyectando así la misma concepción negativa sobre las personas que una determinada ley (la de extranjería) ha situado en la ilegalidad», afirma el informe.
Además de en este caso, son muchas las ocasiones en las que el Manual es incumplido y existen todavía diversos elementos negativos a superar como la «fuerte tendencia» a las simplificaciones grupales y generalizaciones, la difusión de informaciones policiales no constrastadas, la etnificación de la delincuencia o el uso indiscriminado de términos léxicos no apropiados.
En las noticias estudiadas, los diarios abusan, sobre todo en los titulares, de palabras como «ola», «llegada masiva» y «avalancha», que según la investigación, acentúan la percepción en el lector de que se encuentra ante una corriente migratorio imparable.
SINDICATOS Y ONG COMO FUENTES
Por otra parte, a pesar de la actitud antixenófoba y favorable a la multiculturalidad de la mayoría de las informaciones estudiadas, no hay ecuanimidad en las fuentes informativas y la voz de los inmigrantes tiende a quedar excluida o es a menudo sustituida por políticos profesionales, por las organizaciones no gubernamentales o sindicatos.
Cuando se trata de coberturas relacionadas con delincuencia y prostitución, el testimonio de los inmigrantes apenas aparece, exceptuando los casos de declaraciones que los hacen víctimas.
El informe también incide en el hecho de que frecuentemente se realiza una contextualización insuficiente de los conflictos en los que están inmersos los inmigrantes y se dejan de lado las causas del hecho migratorio, de la delincuencia o de la prostitución.
Todas estas carencias pueden responder a dinámicas en las redacciones y en la sociedad pero no por ello, según los autores del estudio, pueden ser obviadas.
ENFOQUE UTILITARISTA
Respecto a las líneas editoriales, los diarios adoptan también posturas formalmente antirracistas pero los argumentos defendidos responden a un enfoque utilitarista de la inmigración, destacando la conveniencia de la llegada de extranjeros para la economía y para contrarrestar la baja natalidad.
De esta manera, según los investigadores, se plantan las bases ideológicas para que en momentos en los que el ciclo económico sea negativo aparezcan propuestas e ideas a favor del retorno de los emigrantes a sus países.
En general, los editoriales coinciden también en la conveniencia de controlar la inmigración, lo que, según el informe, proyecta «peligrosidad» sobre este fenómeno.
2005/CS/SJ
