Las empleadas domésticas representan el sector más discriminado y sin acceso a un salario mínimo situación agravada por la violencia y la explotación de que son víctimas, según datos de la Subprocuraduría de Atención a la Mujer del Distrito Federal.
Un informe de esa institución señala que en el año 2001 fueron atendidas 115 quejas de empleadas del hogar, la mayoría por hostigamiento sexual, despidos injustificados y por embarazo.
La falta de mecanismos jurídicos que protejan a casi dos millones de trabajadoras y trabajadores de este sector -el 82 por ciento son mujeres-, facilita la violación de sus derechos humanos y laborales, agregó el documento.
El Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, (Inmujeres-DF) señala que las normas mínimas relativas al trabajo doméstico incluidas en artículo 13 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) se incumplen sin que existan sanciones.
Ese artículo establece que se debe respetar a «los trabajadores domésticos» y abstenerse de maltratados de palabra y obra. Además deben contar con un lugar cómodo e higiénico para dormir, alimentación sana y condiciones de trabajo que aseguren su vida y su salud, lo que en la mayoría de los casos no ocurre.
DEMANDAS HISTORICAS
Ocho horas de trabajo, seguridad social y prestaciones de ley han sido hasta ahora demandas permanentes de los grupos de trabajadoras domésticas como los colectivos Atabal y La Esperanza.
El 10 diciembre de 2002, Atabal dio a conocer su propuesta de reforma al capítulo 13 de la LFT a fin de que se protejan los derechos de este sector y conseguir mejoras en las condiciones de trabajo.
La mayoría de las trabajadoras domésticas son mujeres de origen indígena de los estados de Oaxaca, Guerrero, Estado de México, Chiapas, entre otros, o de colonias populares del Distrito Federal.
Las edades de estas trabajadoras fluctúan entre los 14 y 60 años y un alto porcentaje son madres solteras. Las que han estudiado sólo terminaron el tercer año de primaria, situación que las coloca en mayor riesgo de ser violentadas, incluso sexualmente, explotadas y discriminadas.
En marzo de 1988 se realizó el Primer Encuentro de Trabajadoras del Servicio Doméstico en Bogotá, Colombia, cuando se instituyó el 30 de marzo como el Día Internacional de las Empleadas del Hogar.
El próximo domingo 31 de marzo en la Alameda Central de la Ciudad de México, sitio habitual de reunión de las trabajadoras domésticas, festejarán este día, exigiendo una vez más relaciones laborales equitativas, justas y dignas.
2003/SM/MEL
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