El 85.4 por ciento de los jóvenes –hombres y mujeres– mexicanos conoce por lo menos un método anticonceptivo, pero sólo 52.4 por ciento lo usa, y entre los 15 y 29 años, 55 por ciento ya han tenido relaciones sexuales. Según cifras oficiales la edad de inicio sexual ocurre entre los 15 y 19 años.
También, hasta el año pasado (2001) México tenía una población de jóvenes de 12 a 29 años de 33 millones 634 mil 860, o sea 34.5 por ciento de la población total, concentrados en el Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Guanajuato y Puebla.
Bajo ese contexto, y para cumplir con el compromiso de incorporar la perspectiva de género a las políticas de juventud así como promover el acceso equitativo de los y las jóvenes en los ámbitos laboral, de salud, de educación y cultura, el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) coordina desde hace dos semanas las mesas de diálogo interinstitucional y los foros de diálogo ciudadano en cada entidad de la república.
Con el documento Guía para la discusión y propuestas del Programa Nacional de Juventud 2002-2006 (Projuventud), el IMJ concentra las líneas principales del gobierno con las y los jóvenes del país y todos los que quieran unirse a este esfuerzo.
Para ello da cuenta que a partir de diciembre de 2000 el Poder Ejecutivo organizó un sistema de planeación sustentado en un amplio proceso de consulta ciudadana y de planeación de la administración pública federal, concretado en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 (PND), se incluyó un objetivo rector que habla de la necesidad de «acrecentar la equidad y la igualdad de oportunidades» económicas y de respeto a su diversidad.
De ahí que el Projuventud sea un mecanismo de participación de las y los jóvenes para traducir sus demandas y propuestas en políticas que multipliquen las oportunidades de desarrollo incorporándolos al desarrollo del país.
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