La periodista mexicana Laura Mondragón Alavat denunció públicamente que ella y su hija de dos años fueron amenazadas en su integridad física por Jacobo Enecabé, jefe de Información del Diario de Chiapas, quien la despidió por solicitar un aumento de sueldo.
Mondragón Alavat dijo a Cimacnoticias que tras ser despedida no recibió ninguna indemnización luego de trabajar casi un año en el Diario de Chiapas y tampoco le pagaron la última quincena que laboró.
Denunció a este medio que Enecabé la amenazó con agredirla físicamente a ella o a su hija de dos años si llegaba a denunciar el abuso del cual fue objeto, por lo que a dos semanas de haber sido despedida teme por su integridad y la de su familia.
» Cuando yo le dije que lo iba a denunciar y que iba a hacer público lo que me estaba haciendo, él –Jacobo- me dijo que me acordara de que tenía una hija y que algo le podía pasar, porque él tenía muchos amigos que le podían hacer el favor», relató la agredida.
Durante el tiempo que estuvo trabajando en el periódico local como reportera, Laura Mondragón no tuvo los créditos de las notas que elaboraba ya que su jefe de información se las adjudicaba.
Diariamente sus compañeros de otros medios informativos veían a Laura cubriendo los diferentes eventos del día, sin embargo sus notas no salían firmadas por ella, ya que Jacobo Enecabé no lo permitía, pese al reclamo de la verdadera autora.
Por un salario quincenal de mil 500 pesos, Laura tenía que cubrir y redactar ocho notas diarias todos los días e inclusive los fines de semana su trabajo aumentaba.
Ante estos hechos, la ex reportera del Diario de Chiapas interpuso una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en contra del jefe de información del citado periódico por abuso de autoridad y amenazas.
Con este caso ya son seis que se presentan en lo que va del año de trabajadores de medios informativos locales que son despedidos injustificadamente, cinco de éstos al momento de pedir un aumento de sueldo.
De las seis personas que han sido despedidas injustificadamente, cinco son mujeres de las cuales ninguna ha recibido una respuesta de parte de las autoridades donde han denunciado la violación a sus derechos laborales.
2003/SSCH/MEL
