México ocupa el primer lugar de los países de América Latina en agresiones a defensoras de Derechos Humanos, con 862 casos, le siguen Honduras, con 810; Guatemala con 231 y El Salvador con 102 casos.
Al conmemorarse el “Día Internacional de las Mujeres Defensoras de Derechos Humanos”, declarado en la Primer Consulta Internacional de Mujeres Defensoras que se realizó en Colombo en el 2006 para recordar y reconocer la importancia del trabajo de las defensoras, visibilizar su situación y con ello emprender y definir acciones que contrarresten la violencia de la que son víctimas, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras (IM-Defensoras), reportó que en la región latinoamericana y del Caribe, 95 por ciento de las agresiones o asesinatos contra defensoras queda en la impunidad.
La iniciativa documentó que entre 2015 y 2016, alrededor de 2 mil 197 defensoras de diversos países fueron víctimas de algún tipo de agresión y los principales agresores son policías, militares, funcionarios públicos o autoridades de cualquier nivel de gobierno.
En entrevista con Cimacnoticias, la coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), Flor Goche, explicó que la mayoría de los casos de asesinatos o agresiones hacia defensoras se encuentran en la impunidad e invisibilizados, ya que las autoridades desestiman los dichos de las defensoras bajo prejuicios sexistas.
En contextos de países como Nicaragua u Honduras, precisó Flor Goche, las defensoras se ven obligadas a desplazarse o ya nunca volver a sus países de origen por la seguridad de ellas y de su familia, ya que en algunos casos sus hijas e hijos también son agredidos, hostigados e incluso asesinados. Este proceso, agregó, genera aún más retos para estas mujeres, como construir de nuevo su vida.
Flor Goche resaltó que defender los Derechos Humanos en medio de las crisis que viven estos países ha convertido la labor de las defensoras en sinónimo de peligro o muerte, en suma, al ser sus principales agresores las autoridades, crea un círculo vicioso, donde no hay salida.
La defensora declaró que la solución no está en crear más mecanismos de protección para defensoras, sino que se debe trabajar en la prevención y en específico en el cambio de visión de las autoridades encargadas de proteger los DH de las personas defensoras, ya que estas son el primer obstáculo al que se enfrentan las defensoras para acceder a la justicia.
De acuerdo con IM-Defensoras, la situación de las defensoras en América Latina y el Caribe lejos de mejorar se ha agravado. En tres años la impunidad se incrementó de tal manera que casos como el asesinato, en marzo de 2016, de la defensora hondureña Berta Cáceres, sigue sin acceder a la justicia, y ha conllevado a que esté “sumergido en una graves crisis de Derechos Humanos”, dijo.
En redes sociales, diversas organizaciones hicieron un llamado a que organismos internacionales de DH, sociedad civil, grupos feministas se solidaricen y se pronuncien a favor del trabajo de las defensoras a través del uso de los hashtag #29N, #DefensorasSemillasDeCambio, #LasRedesSalvan, #JusticiaParaBerta.
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