La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ha sido cómplice del Ejército en la dscriminación hacia los uniformados infectados con VIH/SIDA aseguró Pedro Morales Aché, abogado litigante y defensor de más de 20 militares que han sido despedidos de las fuerzas armadas por estar contagiados.
Al participar en el taller Estigma y Discriminación Asociado al VIH/SIDA, El Papel de los Medios, que concluye hoy en esta ciudad, el abogado señaló que «desde antes de que la ley explicitara la baja obligatoria de los contagiados, la CNDH avalaba esas bajas y se declaraba incompetente o argumentaba que el Ejército no podía tener personas enfermas».
Agregó que «todas las quejas que llegaron a la CNDH por soldados seropositivos fueron desestimadas y el organismo defensor de los derechos humanos solamente se ha limitado a decirle al militar demandante dónde queda el centro de salud más cercano». Con los nuevos cambios a la legislación militar, precisó, «seguramente los seguirán avalando».
DISCRIMINACIÓN LEGALIZADA
El pasado nueve de julio, el Diario Oficial de la Federación publicó una nueva ley, que fue aprobada por unanimidad por la Cámara de Diputados, que legaliza la baja del ejército de los militares mexicanos que resulten seropositivos al considerar al VIH/SIDA como una enfermedad que inhabilita a quien la padece.
El nuevo ordenamiento da legalidad a las bajas, ya que la ley considera que «la seropositividad a los anticuerpos contra los virus de la inmunodeficiencia humana confirmada con anticuerpos suplementarios… es un padecimiento de origen inmunológico rebelde al tratamiento y de difícil control».
Esto está establecido en las categorías 81 y 82 del artículo 226 de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM), que en tres categorías enumera 239 grados de accidentes o enfermedades que dan origen a «retiro por inutilidad» de la institución castrense, agregó la fuente.
Para Morales Aché la ley viola el derecho a la salud, consignado en la Constitución y los derechos humanos de los militares que resultan positivos a la prueba del VIH.
Recordó que desde que inició la epidemia comenzaron a ser dados de baja del Ejército los militares portadores del VIH, pero lo grave, indicó, es que ahora esa discriminación es legal aunque contravenga el Artículo Primero constitucional.
El abogado manifestó su preocupación por la pasividad de las organizaciones civiles en ésta violación a la ley. «Creo que muchas ONG´s han sido coptadas, otras están muy ocupadas por el acceso a los medicamentos y otras quizá no consideren que enfrentar al Ejército sea algo bueno».
Otra cosa preocupante, explicó, «es que otras instituciones del Estado y públicas como la Policía Federal Preventiva (PFP) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, entre muchas otras, ya han integrado en sus reglamentos internos como obligatoria la prueba del VIH y despedir a quienes resulten positivos o positivas».
EL TRABAJO DE LOS ENFERMOS
Indicó que en México los grupos de personas que viven con VIH/SIDA han aportado muchos cambios a las leyes. Son ellos los primeros que plantearon el derecho a la no discriminación», comentó el especialista.
Recordó que fue una persona con VIH quien llevó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una demanda por derecho a la salud, y ganó.
A pesar de ese y otros avances, comentó que estamos en un momento complicado, pues no se ha logrado combatir la discriminación en el contexto social y en las instituciones del Estado.
2003/NS/MEL