La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir se sumó hoy al rechazó de mujeres feministas de todo el mundo en contra de la pretensión de algunas naciones de extrema derecha, aliados con la Santa Sede, de obstaculizar el derecho de la población femenina a llevar una vida digna y de calidad donde la equidad y la igualdad sean condiciones ineludibles.
Luego de las presiones veladas de grupos ultraconservadores por dar marcha atrás a los logros alcanzados en Pekín en 1995, durante el último día de trabajos de la IX Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe, la Red demandó a los gobiernos de la región respetar y reafirmar el contenido de la Plataforma de Acción de Pekín.
De tal suerte, en un comunicado difundido durante el último día de actividades de la reunión, celebrada en la cancillería, se pronunció por no dar marcha atrás a logros en materia sexual y reproductiva, así como al concepto de la diversidad familiar que se deja asentado en dicha plataforma.
Al fijar su posición sobre el desarrollo de esta reunión, previa a la internacional que se realizará en marzo del año próximo para analizar los avances a 10 años de la Conferencia Mundial de la Mujer de Pekín, la Red se pronunció por favorecer políticas macroeconómicas y estratégicas de desarrollo enfocadas a cubrir las necesidades y esfuerzos de las mujeres en condiciones de pobreza.
Asimismo, la Red urgió a hacer viables los programas preventivos que promuevan la salud integral de las mujeres, poniendo especial atención en la educación y la salud sexual y reproductiva, así como en la provisión de servicios accesibles y de calidad en un marco de respeto, dignidad y confidencialidad, especialmente para las y los jóvenes.
La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir destacó asimismo la importancia de que los 189 países instrumenten la perspectiva de género en todos sus programas y diseñen políticas públicas con el objetivo de erradicar todas las formas de discriminación y violencias hacia las mujeres.
Además, se pronunció por garantizar el acceso a la educación y el empleo digno para las mujeres, especialmente para aquellas que son cabezas de familia, y porque se reconozca la diversidad familiar.
La Red de Mujeres Católicas recordó que el consenso de las naciones adoptadas en la Plataforma de Pekín refleja la importancia que tuvo para la humanidad la adopción de los acuerdos alcanzados.
Sin embargo, «la Santa Sede se arrogó el derecho de aplicar reservas y rechazos al capítulo referente a la salud de las mujeres, evidenciando su oposición al vínculo indisoluble entre los derechos de las mujeres y los derechos humanos», acusó.
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