Tres zonas de prostitución infantil se detectaron en las principales ciudades de Perú, informó Save the Children, organización que lucha por defender los derechos de las niñas y niños en todo el mundo para mejorar sus condiciones de vida.
La organización identificó una cadena de prostitución en la ciudad de Iquitos. Los traficantes transportan de contrabando a sus víctimas desde la capital de Perú y del norte de la ciudad de Chiclayo para ser explotados.
Otras bandas reclutan menores y los obligan a prostituirse en bares de Lima que son frecuentados mayoritariamente por marinos asiáticos durante su corta estancia en el puerto de Callao.
La investigación detectó similares operaciones criminales en las andinas ciudades de Cuzco, Puno y Abancay. Además un equipo de criminales ofrece paquetes para turistas extranjeros en Iquitos que incluye los servicios sexuales de menores.
En general, organizaciones de criminales reclutan a infantes y adolescentes de los países más pobres para obligarlos a trabar como sexo servidoras o sexo servidores en bares de diferentes ciudades, explica el reporte de la organización.
A pesar de que »no hay estadísticas exactas del crecimiento de la prostitución, en Perú hay señales claras del crecimiento del fenómeno. Por ello, se requiere una respuesta de la sociedad civil y del estado en función de políticas públicas», explica Jaime Jesús Pérez, director de la ONG, miembro de la Red Interamericana para la Democracia.
Para combatir estos crímenes un grupo de instituciones subsidiadas por Save the Children ha formado una coalición llamada Fuerza Contra la Explotación Sexual de Niños y Adolescentes (FRESIA).
Esta organización recientemente lanzó una campaña en Perú para prevenir a la población de los adultos que cometen el crimen de contratar niñas para su prostitución.
De hecho, la comercialización sexual infantil se ha incrementado de modo alarmante y dramático en todo el mundo desde mediados de la década de los ochenta, informa ECPAT, red mundial que trabaja para luchar contra la explotación sexual de la niñez.
Millones de infantes se encuentran atrapados en este negocio ilegal e inmoral, de dimensiones impresionantes y que mueve billones de euros anuales.
La extrema miseria en la que viven estos niños y niñas, los hace tan vulnerables que caen fácilmente en redes mafiosas de prostitución, pornografía y tráfico, en manos de adultos sin escrúpulos que los mantienen en condiciones de clandestinidad y de esclavitud.
Finalmente agrega ECPAT, «estos niños y niñas están en todas partes, son más numerosos de lo que se cree, tienen, una historia personal detrás cada uno de ellos, y, sobre todo, una infancia que les ha sido robada».
2004/HS/GV/SM