Gloria Arenas Agrís y su esposo Jacobo Silva, presos en la cárcel de Chiconautla, Ecatepec denunciaron violaciones a sus derechos humanos, mismas que aumentaron luego de la visita que les hizo el subcomandante Marcos el pasado 25 de abril.
En una carta enviada a los medios de Orizaba, tierra natal de Arenas Agrís, quien se encuentra en huelga de hambre en solidaridad con los detenidos de Atenco, dijo que es víctima de un mayor acoso, hostigamiento y violación a sus derechos humanos.
Conocida como la coronela Aurora del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y su esposo, Jacobo Silva Nogales, fueron sentenciados a más de 50 años de prisión, acusados de actos de terrorismo contra la nación.
Relató que Jacobo Silva, conocido como el comandante Antonio se encuentra castigado aislado por tiempo indefinido en una celda sin derecho a visitas.
De acuerdo con los familiares de los presos políticos una de las causas del castigo fue la apertura de una exposición pictórica denominada «Arte y Prisión: efectos secundarios», montada junto con algunas obras de David Alfaro Siqueiros el pasado 27 de abril.
Añaden que pese a la intervención de comisionados internacionales de Derechos Humanos Jacobo sigue habitando las 24 horas del día en una celda de 3 por 2 metros, sin luz solar, sin poder convivir con otros reos, sufriendo de hasta ocho revisiones denigrantes o impidiéndole pintar, actividad que desde el año pasado se le restringió.
Familiares integrados en el «Comité Verdad Justicia, y Libertad Jacobo Gloria» convocaron a todos los adherentes a pronunciarse públicamente en todos los eventos que tenga la Otra Campaña porque las llamadas comisiones de derechos humanos, no han hecho nada por protegerlos.
06/ LCM/LR