La ex magistrada Victoria Adato, quien en 1994 junto con otros dos ministros estableció que la violación dentro del matrimonio no era delito sino «ejercicio indebido de un derecho», dijo haber actuado en aquel entonces con estricto apego a la ley.
Entrevistada la noche de este jueves por cimacnoticias respecto a la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rectifique la determinación que ella promulgó hace más de 10 años, Adato opinó que cabría la posibilidad de analizar el criterio de los actuales magistrados.
La ahora coordinadora del Programa de la Mujer, la Niñez y la Familia de la CNDH argumentó que en esa época aplicó la legislación vigente que consideraba al matrimonio como un contrato en el que los cónyuges eran sujetos a derechos y obligaciones, entre éstas el «débito» conyugal.
Hoy la ley ha cambiado y ya no considera al matrimonio un contrato, por lo que cabría la posibilidad de analizar el criterio de la SCJN, dijo la funcionaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), abordada durante el foro «La participación de las mujeres en la guerra».
Dijo no tener elementos para emitir su opinión respecto a este polémico tema, aunque reiteró que de ser el caso, volvería a actuar con apego a la ley. Aunque esta vez, estimó que la ley debe garantizar a plenitud los derechos de las mujeres así como su igualdad consagrada en el artículo primero constitucional.
Fui acusada de antifeminista, dijo, e inmediatamente se declaró «feminista racional» porque, expuso, no creo que por el hecho de ser mujeres debamos de tener privilegios, ya que tanto hombres como mujeres somos iguales ante la ley.
Siendo procuradora capitalina (1982-1985), Adato fue señalada como torturadora pues en 1985, de entre los escombros que dejó el terremoto en la entonces Procuraduría del DDF, fueron encontradas tres personas en cajuelas de automóviles de la dependencia con señales de tortura.
Y este jueves, durante su participación en el foro, se pronunció respecto a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez: «estos crímenes son la peor forma de violencia, son una manifestación terrible de ineptitud de la investigación, de que no interesa algo tan grave como es la muerte de cerca de 300 mujeres».
Abundó en que hasta ahora no se ha buscado la participación de criminalistas excepcionales que tenemos en México, que cuentan con reconocimiento internacional y que están en capacidad de hacer investigaciones profundas, científicas y no suposiciones.
Yo no sé si en estos crímenes hay complicidad de las autoridades, tendría que ver los expedientes para emitir una opinión sensata, objetiva y racional, no emocional, porque «me confieso agraviada como mujer por estos asesinatos».
Lo que sí creo es que hay una ineptitud brutal y una apatía muy grande y sólo debido a la presión ejercida por los grupos feministas se ha logrado despertar un poco de interés por estas muertes, sostuvo Adato.
2003/SMO/RGR
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