Inicio 120 mil infantes africanos «carne de cañón» de hostilidades

120 mil infantes africanos «carne de cañón» de hostilidades

Por Beatriz Jiménez

Tras 18 años de guerra civil en Uganda, país al noreste de África, la infancia es el foco de los desplazamientos: abusos sexuales, reclutamientos y asesinatos. Esta es la situación general que enfrentan las niñas y los niños ugandeses, en la víspera del Día Mundial del Refugiado el próximo 20 de junio.

«Muchas de las niñas han dado a luz bebés concebidos cuando se les obligó a tener relaciones sexuales con los comandantes del ELS», señala la directora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), al mencionar que su organismo trabaja con la Gulu Support the Children Organisation (GUSCO), para proporcionarles alimentos, vestidos, atención de la salud, orientación y educación básica.

Sin embargo, los esfuerzos no obstan el hecho de que, de acuerdo a Amnistía Internacional (AI), al menos que 120 mil infantes menores de 18 años —algunos de edades tan cortas como ocho años—, podrían ser obligados a servir como «niñas y niños-soldados» en todo el continente africano.

El precio que les pagan suele ser muy alto; embrutecidos y profundamente impactados por las experiencias vividas, a muchos les persigue el recuerdo de los abusos que presenciaron o se vieron obligados a cometer.

A las niñas soldados, además de la brutalidad y el trauma que supone la propia violación, la agresión sexual les puede ocasionar graves lesiones físicas o embarazos no deseados, así como contagio del VIH/Sida u otras enfermedades de transmisión sexual.

Benedicte, reclutado a los once años por un grupo armado en Goma, en el este de la República Democrática del Congo, rememora para AI lo que había presenciado en la línea de frente: «Mataron a varios de mis amigos en el campo de batalla. Otros perdieron sus extremidades: brazos y piernas. Recuerdo a un compañero, un amigo mío, al que le volaron la nariz. Otro tenía un gran agujero en la cara, en el sitio de los labios y la boca.»

Varios niñas y niños- soldados que ya habían sido desmovilizados contaron a Amnistía Internacional que tenían miedo de volver a su comunidad porque sus vecinos habían sido testigos de su participación en crímenes.

De acuerdo a cálculos del UNICEF, 1.6 millones de personas han sido desplazadas en esa nación, y al menos 12 mil infantes han sido raptados desde 2002.

Y a pesar de que ayer se dio a conocer que el Tribunal Especial para Sierra Leona decidió que el reclutamiento o la utilización de niños y niñas menores de 15 años en las hostilidades es un crimen de guerra bajo las normas del derecho internacional, la verdad es que, en muchos países africanos son carne de cañón.

Esta semana, la Directora Ejecutiva del UNICEF llamó la atención sobre el hecho y dijo que sería responsabilidad del «Gobierno de Uganda proteger a estos niños y niñas, y el resto del mundo debe desempeñar su parte. Por el momento, la respuesta de la comunidad internacional ha sido lamentablemente inadecuada».

Todas las noches, la ciudad de Gulu ofrece refugio a los 14 mil infantes que huyen del peligro de los rebeldes. El UNICEF distribuye tiendas, mantas e instalaciones de saneamiento y trabaja con los organismos locales para tratar de aliviar el sufrimiento.

2004/BJ/GV/SM

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