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Violencia verbal a menores genera bajo rendimiento escolar

Por Lourdes Godínez Leal

El bajo rendimiento escolar, la falta de atención, las conductas violentas hacia otros niños o la introversión son señales de que una niña o niño sufre violencia intrafamiliar, informó la especialista en menores con problemas de conducta Lucía Román Sánchez.

En breve entrevista, la psicóloga de la asociación civil Yaocíhuatl dijo que los padres y en menor medida los maestros son generadores de violencia hacia las y los menores.

Cuando los padres maltratan a niñas o niños, comentó la especialista, las frases más comunes son: «eres un inútil», «eres un tonto» o «ya me tienes harto», lo que les impide poner atención suficiente o captar un mensaje al momento de estar en las aulas.

Ello trae como consecuencia que las y los pequeños presenten bajo rendimiento académico, lo que motiva burla entre sus compañeros y maestros, que les etiquetan como «burros» de la clase. Eso genera en la niña o el niño un bloqueo emocional que lo hace creer todo lo que se le dice y asume su rol de tonta o tonto, y el «no puedo hacer las cosas porque soy inútil».

Por ello, pidió tanto a los padres y madres de familia como a los maestros, prestar atención a las actitudes de los infantes para detectar si están viviendo en un entorno familiar violento y actuar en consecuencia.

Román Sánchez indicó que la problemática más común entre padres y madres que origina la violencia en el hogar y de la que los menores son receptores, es la existencia de familias monoparentales donde la madre se queda a cargo del cuidado de los hijos.

Estas mujeres, explicó, tienen que trabajar en horarios amplios y por lo tanto no prestan atención a la educación ni a los sentimientos de sus hijos, no comparten tiempo con ellos.

El estrés en el que viven estas mujeres es muchas veces el causante de los golpes hacia los niños, de insultos y descalificaciones.

Otra problemática la representa el hacinamiento en que viven las familias, espacios pequeños donde conviven de tres a más familias y la interacción entre ellas no es armónica o bien, el uso de alcohol y drogas entre ambos padres.

De continuar con estas conductas de los padres hacia los niños, en un futuro ellos serán generadores de violencia. En la adolescencia, indicó la especialista, lo más seguro es que sean violentos socialmente y que cuando sean adultos repitan estos patrones de conducta con la familias que lleguen a formar.

Finalmente, Román Sánchez recomendó prestar atención a las y los menores para detectar a quienes son violentados y ayudarles canalizándolos a las instancias que atiendan esta problemática.

       
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