A pesar de que las mujeres han aumentado su participación en el mercado laboral, continúan en empleos informales y de baja productividad caracterizados por tener bajos salarios y ausencia de prestaciones, como en el caso de las empresas maquiladoras, según el libro «El movimiento de mujeres en Guatemala: dinámica y retos».
Elaborado por el Proyecto Empoderamiento de las Mujeres (Empodem) de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), destaca que el sector femenino ha empezado a denunciar las violaciones a sus derechos laborales, principalmente en maquilas, fincas y casas particulares.
Además han presentado propuestas de reformas a las leyes de trabajo y han demandado proyectos productivos y de micro-créditos.
En los últimos años las mujeres indígenas han ingresado al empleo formal, tendencia que se atribuye al aumento relativo del acceso a la educación por parte del sector Maya, en la última década, además de la expansión de la lucha sus derechos, reconoce el texto.
Subraya que aún existen severas restricciones para el desarrollo laboral femenino, tal y como lo evidencia la brecha salarial, que persiste entre mujeres y hombres, sin tomar en cuenta el nivel educativo que ellas posean.
Las entidades que trabajan a favor de la promoción del acceso al trabajo y a una mejor economía son la Coordinadora de Mujeres por el Acceso a la Propiedad y a la Tierra, la Comisión Negociadora de Mujeres Rurales por la Equidad y la Asociación Mamá Maquín, Madre Tierra e Ixmucané.
También la Asociación Pro-Mujer Villa Nueva y el Centro de Apoyo a la Trabajadora de Casa Particular (Centracap), entre otras.
2004/GV/SM
