«El sentido de sí» es un libro que de vuelta a la vida a Nahui Olin, a Antonieta Rivas Mercado, entre otras grandes mujeres del siglo XX para mostrar que la autonomía no se opone a la felicidad.
Rubí de María Gómez Campos, autora del libro y directora del Instituto Michoacano de la Mujer considera que «ese ha sido el error histórico, confundir el amor con el dolor».
En el acto enmarcado en el Primer Congreso Nacional Políticas Públicas y Diversidad Cultural: Etnia y Género, la autora presentó este ensayo sobre el feminismo y la filosofía de la cultura en México, busca identificar la identidad nacionalista de las mujeres de principios del siglo XX.
En el libro, coeditado con Siglo XXI Editores, se entrelazan las vidas, obras y pensamientos de cuatro destacadas mujeres de los años veinte del siglo pasado: Antonieta Rivas Mercado, Nahui Olin, Concha Michel y Gabriela Mistral, a quien adopta como mexicana, cuyas vidas estuvieron marcadas por el amor, el momento político y su enorme inteligencia y sensibilidad.
«El sentido de sí,» –calificado como complejo y único por su análisis filosófico– es la suma de conciencia y espíritu, un proceso consecuente de constitución de identidad cultural de México moderno agregó su autora.
Estas mujeres –dijo la directora de Comunicación Social del IMM, Alma Espinosa Menéndez — no fueron mujeres comunes, no se sometieron a las reglas de la época, pero terminaron sus vidas sabiéndose o sintiéndose solas; las que fueron madres vivieron el proceso con culpa.
Las cuatro, añadió la funcionaria, tienen en común el más interesante y paradójico: una gran inteligencia, empuje y sensibilidad, poco común que las llevó a desafiar patrones, pero también a un grado máximo de sensibilidad que las condujo al suicidio.
A su vez, la secretaria ejecutiva de Comunicación e Información de la Mujer, Sara Lovera, destacó que el libro de Rubí de María Gómez Campos será un hito en la historia del pensamiento feminista mexicano.
En «El sentido de sí,» se escudriñó en la vida de México de los años veinte, en el contexto de un cambio profundo en la sociedad, el discurso, la acción y la vida de mujeres relevantes de esa época, para pulsar con su visión feminista un legado cultural esencial que nos ayuda a comprender cabalmente qué somos las mexicanas contemporáneas.
La periodista aseguró que el problema más importante de las mujeres en el siglo XX y las contemporáneas del XXI es la búsqueda de la dignidad humana, «acceder a eso que la antropología feminista llama buena vida, humana vida».
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Social, Graciela Andrade, destacó que la obra refiere a educación, trabajo, política, feminismo y religión, «que no familia», como elementos para construir el primer espíritu de identidad y lucha de las feministas del país.
«Así el espíritu del feminismo de las primera décadas, estuvo permeado por el énfasis en la educación como medio de incorporación de las mujeres a la modernidad y por el espíritu de la Revolución Mexicana, que es interpretado como la osadía de los mexicanos por encontrarnos a nosotros mismos y a nuestra madre», dijo la funcionaria.
En su turno, la doctora Lore Aresti de la Torre, sostuvo que la obra, que calificó como compleja, nos lleva como un hilo fino a lo materno, a nuestros orígenes. La autora, dijo Aresti, protegió maternalmente a las cuatro mujeres que aparecen en el libro y filialmente las cuidó para que no se supieran todos sus secretos.
2004/SJE/MR
