Si los sistemas de salud se apoyaran en las parteras o enfermeras obstétricas, salvarían a cinco millones de mujeres y prevenir 80 millones de complicaciones por el embarazo y parto hasta el 2015, de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Las evidencias científicas muestran que las parteras son vitales para conservar la salud materna. «Combatir la escasez de parteras mediante la educación y entrenamiento en lugares donde faltan los servicios, nos acercaría mucho más a lograr la Meta de Desarrollo de Milenio sobre mortalidad materna», indicó la directora ejecutiva del UNFPA, Thoraya Ahmed Obaid.
La inversión en capacitación y seguimiento de parteras, así como en cuidado obstétrico de emergencia, ha reducido la muerte materna, en Malasia, Sri Lanka y Tunez, agrega el UNFPA, que trabaja con la Confederación Internacional de Parteras, grupo que trabaja desde 1919 en profesionalizar a este gremio en 75 países.
En México, el quehacer de las parteras tradicionales ha sido históricamente minimizado, en tanto que las enfermeras parteras tampoco tienen valor en el sistema sanitario en contraste con Holanda –con los mejores índices en salud materna –donde la mayor parte de nacimientos son vigilados por una de ellas.
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