Las 13 diputadas el (8% del total) de quienes integran el Congreso de la República de Guatemala son consideradas por sus colegas como hábiles negociadoras, responsables, conciliadoras e impulsoras de temas polémicos y de interés nacional, se informó hoy aquí.
De acuerdo con información publicada en un periódico local, desde que la dirección del Congreso estuvo a cargo de Catalina Soberanis y posteriormente de Arabella Castro, se inició una etapa de relevancia para las mujeres en puestos claves de la gestión pública.
A decir de Nineth Montenegro, quien desde hace ocho años es diputada, en el pleno ya no existen tantas burlas ni críticas hacia las mujeres y a pesar de que subsiste la exclusión y discriminación de género en toda la sociedad, ésta ha ido evolucionando y ya hay más aceptación hacia ellas y su trabajo.
Según la información, las 13 parlamentarias ocupan distintos puestos en el Legislativo, entre ellas presidencias de comisiones, jefas o subjefas de bancadas, asiduas interpeladoras de funcionarios y fiscalizadoras de todos los entes del Estado.
En el último censo poblacional, realizado en el 2002, se reportó que en Guatemala existen 5 millones 740 mil mujeres, lo que equivale al 51.1 por ciento de la población guatemalteca, que no cuenta con representación real equitativa en las entidades gubernamentales.
Ante la escasa presencia de mujeres en los puestos públicos, la Comisión por la Equidad Política, integrada por Convergencia Cívico Política y Ciudadana de las Mujeres, la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), la Red de Mujeres por la Construcción de la Paz (Remupaz), la Red Interpartidaria de Mujeres y la Asamblea de Mujeres Parlamentarias, impulsan la iniciativa de ley que pretende reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos a favor de las mujeres.
La comisión exige al Legislativo reformar el artículo 212 de la norma, con el fin de promover una participación equilibrada en los listados de candidatos para elección popular.
En la propuesta presentada por la agrupación se exige un 44 por ciento de participación femenina de forma alterna, a fin de evitar que las mujeres sean relegadas a los últimos lugares, además se demanda una sanción para las agrupaciones partidistas que incumplan.
La iniciativa esta siendo avalada y apoyada por la Alianza Nueva Nación (ANN), la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), el Partido de Avanzada Nacional (PAN) y la Democracia Cristiana (DC), quienes coinciden en que la aprobación de las reformas sería el segundo cambio más importante, luego de que en 1945 se permitió el voto de las mujeres alfabetas.
2004/LR/SM
