Diputadas federales pidieron hoy al presidente de Comisión del Trabajo y Previsión Social del Congreso Federal, Enrique Burgos, incorporar medidas legislativas para erradicar la discriminación y la inequidad de las mujeres en el mundo del trabajo, en la reforma a la Ley Federal del Trabajo.
Las presidentas de la Comisión de Equidad y Género, Diva Gastelum, y de la Comisión Especial de Seguimento de los Feminicidios, Marcela Lagarde, explicaron que lograr leyes laborales que asistan y garanticen plenamente la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, significa realizar una reforma integral de la Ley Federal del Trabajo.
Durante la reunión trabajo Análisis de la Reforma Laboral con perspectiva de Género, realizada en el recinto legislativo de San Lázaro, señalaron que para que se reconozca de manera explícita el trabajo como un derecho humano, la reforma debe contemplar disposiciones que regulen las relaciones laborales desde antes de su inicio formal.
Se trata de prevenir el caso de negación de empleos por circunstancias, calificaciones o capacidades ajenas a la labor misma, así como la insistencia en las condiciones laborales justas y equitativas, que afirmen el principio de a trabajo igual, salario igual.
A manera de ejemplo, Lagarde explicó que el hostigamiento y el abuso sexual son una realidad que se padece en los centros laborales, por lo que es necesario introducir una amplia protección para las trabajadoras, sin dejar fuera del amparo de estas disposiciones a los hombres.
También, dio a conocer que de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), los hombres tienen un nivel de escolaridad de 8.1 años, mientras que las mujeres cuentan con 8.5.
Con ello, las mujeres han avanzado hasta ocupar el 35 por ciento de las plazas laborales del país, pero perciben seis por ciento menos de sueldo, en promedio que los hombres.
Es importante, reveló la diputada federal, introducir en dicha reforma, una serie de medidas afirmativas para que el principio de equidad pueda reflejarse en dictados jurídicos que transformen de forma real y pronta las oportunidades brindadas a las trabajadoras.
Asimismo, reformar todos aquellos numerales que se manifestaron como necesarios para procurar y disponer espacios laborales libres de violencia -sea física, moral, emocional o sexual- ya que ésta es un factor de descomposición social que incide directamente en el desempeño y desarrollo personal que se ha tornado en un grave problema cuyas principales víctimas son las mujeres.
Castélum y Lagarde, exhortaron a Burgos a realizar reuniones trabajo que permitan el análisis de las propuestas que beneficien a la población femenina.
2005/AG/SJ
