Inicio Políticas conservadoras e ignorancia impiden a latinas en EU abortos legales

Políticas conservadoras e ignorancia impiden a latinas en EU abortos legales

Por Lourdes Godínez Leal

Pobreza, cultura, religión y políticas conservadoras, impiden que las mujeres norteamericanas, principalmente latinas, accedan a un aborto seguro y legal, documenta un estudio del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva (NLIRH por sus siglas en inglés).

El NLIRH, convocante también a la Marcha por la Vida de la Mujer para el próximo 25 de abril, reporta que desde 1973 las mujeres estadounidenses tienen derecho a un aborto seguro y legal al entrar en ese año en vigor la iniciativa Roe v. Wade establecida por el Tribunal Supremo.

No obstante esta iniciativa, la lucha por el acceso al aborto continúa siendo un campo de batalla para las mujeres ante el sinnúmero de iniciativas gubernamentales que desde entonces han restringido este derecho.

Un ejemplo de ello fue la reforma a la iniciativa Roe vs. Wade denominada Enmienda Hyde, nombrada así en «honor» de Henry Hyde, congresista ultraconservador quien prohibió en 1977, durante el mandato de Jimmy Carter, usar fondos federales para servicios de aborto, imposibilitando que millones de mujeres de bajos ingresos tuvieran acceso a él.

Datos del Instituto Alan Guttmacher señalan que el 20 por ciento de las mujeres que están abortando son latinas, en tanto, el 25 por ciento de mujeres de 15 a 44 años que están embarazadas terminan su proceso en aborto.

COMPLICADO EL ACCESO AL ABORTO

Como lo menciona el documento del NLIRH, el idioma se convierte a menudo en un obstáculo para que las mujeres latinas acudan a los servicios de salud reproductiva. Y el acceso al aborto se complica más cuando no existe un médico que hable español y practique una interrupción legal del embarazo.

Otra barrera es el desconocimiento sobre las leyes, muchas mujeres desconocen que la interrupción del embarazo es legal.

La cuestión económica también es un factor determinante para no acceder a un aborto, sobre todo cuando los ingresos de las latinas son muy bajos, lo que reduce su posibilidad de contar con un seguro médico que cubra sus necesidades de salud reproductiva (alrededor de un 32 por ciento de las latinas no tienen seguro médico) por lo que la mayoría de ellas depende de los fondos federales para contar con servicios de salud.

Con excepción de Nueva York, Washington, Vermont, Hawai y Oregon, en el resto de los estados de la unión americana las menores de edad que desean practicarse un aborto deben contar con un permiso firmado por sus padres, donde les autorizan llevarlo a cabo.

Existen estados que también ofrecen procedimientos denominados de desvío judicial en caso de que una joven no cuente con el permiso de sus padres para realizarse un aborto; sin embargo, estos son difíciles de obtener y la mayoría de las jóvenes los desconoce.

La Ley de Servicio de Salud Pública estadounidense, en su artículo X, establece que los fondos públicos pueden ser utilizados para proveer servicios de planificación familiar integral a todos los que necesiten de estos servicios y aquellos que de otra manera no lo tendrían a su alcance incluida la anticoncepción, tratamiento de las Infecciones de Transmisión Sexual y orientación prenatal a mujeres latinas de bajos ingresos.

No obstante, en la actualidad los fondos federales para el aborto sólo están disponibles para casos donde corre peligro la vida de la madre, violación o incesto.

Datos de la Federación Nacional del Aborto señalan que alrededor del 87 por ciento de los condados de Estados Unidos no cuenta con un médico que realice abortos, y en las zonas rurales (donde vive la mayoría de las latinas) el porcentaje se incrementa al 97 por ciento.

La religión es un factor de gran influencia para la no prestación de servicios de salud reproductiva y de abortos. Una investigación de MergerWatch reveló que una de cada cinco camas de los hospitales de Estados Unidos son manejadas por un sistema de salud religioso en tanto que cinco de los 10 sistemas de salud más grandes están afiliados a la Iglesia Católica.

Finalmente, el documento de la NLIRH señala que los hospitales católicos no ofrecen métodos anticonceptivos ni abortos, y en el caso de los hospitales que no se adscriben a esta religión, a menudo son asociados a los católicos, insistiendo para que ninguno provea la salud reproductiva a las mujeres.

Cabe recordar que por ello feministas norteamericanas realizarán una marcha el 25 de abril en Washington en defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

2004/LGL/BJ/SM

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