Otros seis años de muertes inútiles por embarazo y parto preconizaron especialistas en salud materna, si los candidatos a la presidencia no priorizan en su agenda los derechos sexuales y reproductivos, incluida la planificación familiar.
Representantes de las mujeres de las organizaciones especialistas en muerte materna consideraron que la actual administración, al dejar de lado el respeto global a los derechos reproductivos, frenó la posibilidad de mejorar la salud de las mexicanas, afirmó Pilar Muriedas, directora de Salud Integral para la Mujer (Sipam).
A casi un mes de las elecciones presidenciales, los pronunciamientos y compromisos de campaña sobre la salud de las madres, y en general de todas las mujeres, por parte de los candidatos presidenciales Felipe Calderón, Andrés Manuel López Obrador, Patricia Mercado y Roberto Campa han sido tibias ó nulas.
Muriedas, también representante del Foro de Mujeres y Políticas de Población, advirtió sobre los costos de un gobierno panista: los nuevos datos oficiales arrojan que en el país la Secretaría de Salud apenas cubre 27 por ciento de la planificación familiar. «El gobierno no asumió a cabalidad la planificación familiar, es decir, la decisión de las mujeres en torno a su salud reproductiva».
Advierten que la sociedad ya está cansada ya de promesas vacías y no tolerará que las y los candidatos hagan discursos sentimentales pero sin compromisos
«Los comentarios de Felipe Calderón y Roberto Madrazo a favor de la vida y la familia», aseguró Daniela Díaz, representante de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, son cínicos puesto que hay que plantear decisiones políticas para mantener la vida y las familias.
Nellys Palomo, fundadora de la organización de mujeres indígenas Kinal Antzetik propuso tres puntos para abatir de manera integral las tasas de muerte materna, uno de los Objetivos del Milenio de la ONU: servicios interculturales de salud, toda vez que la mayor parte de las muertes se da en zonas indígenas; que los presupuestos federales sean suficientes en los estados de mayor mortalidad y el respeto absoluto al estado laico.
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