La periodista israelí Amira Hass, recibió el IV Premio de Periodismo, Miguel Gil Moreno, por su cobertura informativa del conflicto y por su concepción del periodismo similar al espíritu del corresponsal de guerra, asesinado en Sierra Leona.
Residente en los territorios ocupados desde 1993, Hass es judía israelí, condiciones que no le han facilitado precisamente su trabajo como periodista sobre el conflicto palestino-israelí ni entre sus compatriotas, que la veían como una traidora ni entre los palestinos, a los que les costó aceptarla.
Sin embargo, gracias a sus artículos sobre los territorios ocupados que se publicaban en el diario israelí Ha’aretz, muchos israelíes pudieron conocer historias, hechos y experiencias de gente a la que ella considera «decisiva», relacionadas con la ocupación israelí, reporta Canal Solidario.
Amira Hass ha recibido con satisfacción este premio porque según ha dicho, le da ánimos para seguir informando desde «la materia prima, la gente y sus testimonios». Gente con la que ella se considera en deuda porque no sólo la aceptaron sino también porque que le ayudaron a transmitir una visión de Gaza y del conflicto distinto al que predominaba en Israel.
Su reto diario, reconoce, es «explicar la ocupación al ocupado», informar en Israel sobre lo que ocurre en Palestina. Quizá sea la única capaz de hacerlo ya que es la única periodista que informa para medios israelíes desde los territorios ocupados, desde Ramala, ciudad en la que reside actualmente.
Recientemente ha publicado en España el libro «Crónicas desde Ramala» (Galaxia Gutenberg, 2005) donde recoge algunos de los artículos publicados en el diario Ha’aretz entre 1997 y 2002.
El IV Premio de Periodismo, Miguel Gil Moreno, seis mil euros, es otorgado por la Fundación Miguel Gil y la editorial Random House Mondadori.
Con este se reconoce aquellos trabajos periodísticos que comparten el espíritu de este corresponsal de guerra asesinado en Sierra Leona en el año 2000, que entendía su trabajo como un servicio a la sociedad, en el que hay que asumir los riesgos necesarios para informar de las injusticias y denunciar el sufrimiento humano, especialmente en situaciones de conflictos armados.
2005/SJ