Por hambre y desnutrición mueren seis millones de niñas y niños en el mundo, lo que equivale a toda la población en edad preescolar de Japón, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La mayoría de los menores mueren por causas vinculadas a la desnutrición como enfermedades infecciosas curables, como diarrea, neumonía, paludismo y sarampión, señala el último informe anual sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo.
Según los expertos, las niñas y niños podrían superar estos padecimientos si sus cuerpos y sus sistemas inmunitarios no estuvieran debilitados por el hambre y la desnutrición, factores que figuran entre las causas más profundas de la pobreza.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, indicó que «el progreso hacia la reducción de la proporción de personas hambrientas en los países en desarrollo a la mitad para el año 2015 ha sido muy lento.»
«La comunidad internacional está lejos de conseguir las metas que se había marcado y los compromisos incluidos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Cumbre Mundial de la Alimentación,» agregó.
De mantenerse el ritmo actual de reducción de la pobreza en las distintas regiones en desarrollo, únicamente América del Sur y el Caribe alcanzarán la meta marcada en los Objetivos del Milenio de reducir a la mitad el porcentaje de personas hambrientas.
De igual manera la región de Asia y el Pacífico tiene posibilidades de alcanzar los Objetivos si se logra incrementar ligeramente el ritmo de los avances en los próximos años.
ALERTA EN ORIENTE
En el Cercano Oriente y África del Norte la prevalencia del hambre es baja, pero está aumentando en lugar de disminuir, informa el documento.
En África subsahariana, el índice de desnutrición ha disminuido muy lentamente, aunque el ritmo del progreso realizado era ligeramente mejor en la década de los años 90 de lo que es hoy.
Para poder alcanzar las Metas del Milenio será necesario acelerar considerablemente ese ritmo. «Para reducir el número de hambrientos, es preciso dar prioridad a las zonas rurales y a la agricultura como principal fuente de los medios de subsistencia rurales», puntualizó el líder de la FAO.
Cabe señalar que América Latina y el Caribe, es la única región en desarrollo que ha reducido el hambre lo suficientemente rápido desde 1990 como para alcanzar la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Del Milenio, según el documento.
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