La mortalidad de menores de cinco años en Afganistán es cercana a uno de cada cuatro, lo que ubica a esa nación en el cuarto lugar en el mundo, según el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unicef).
Uno de cada dos menores afganos está desnutrido y alrededor de 40 por ciento de la infancia muere debido a diarrea e infecciones agudas de las vías respiratorias. La mortalidad infantil sólo es superior en Sierra Leona, Angola y Níger.
Las instalaciones de agua potable y saneamiento adecuado son escasas, ya que solamente 13 por ciento de la población tiene acceso al agua potable y 12 por ciento a instalaciones de saneamiento adecuadas, reporta la instancia internacional.
Hoy en día, las niñas y niños en Afganistán representan la mitad de los 21 millones de afganos que aún permanecen en el país. La mitad de ellos sufre de malnutrición, y 20 por ciento de los recién nacidos ya están desnutridos.
Sólo uno de cada tres niños y una de cada 10 niñas tienen algún contacto con la escuela primaria, indica.
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