El movimiento organizado de mujeres se declaró en «alerta» tras el anuncio la semana pasada de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en el sentido de que se incrementó el número de muertes maternas en los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en las grandes ciudades.
La dirigente de la organización civil Kinal Antzetik, Nellys Palomo, manifestó hoy su preocupación por el aumento de la mortalidad materna en unidades del Seguro Social, y que a decir del titular de la CNDH, José Luis Soberanes, se debe a casos de «negligencia médica».
En entrevista con Cimacnoticias, la activista exigió la intervención de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados para que dé seguimiento a esas denuncias, y pidió la comparecencia inmediata ante el Congreso de la Unión del director del IMSS, Santiago Levy, para que explique los hechos.
En contraparte la investigadora del Instituto Nacional de Perinatología (Inper), dependiente de la Secretaría de Salud (SS) Hilda Reyes, minimizó el informe de José Luis Soberanes ya que, insistió, de acuerdo con datos oficiales, las muertes maternas ocurren más en zonas rurales indígenas de entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Descartó que ese flagelo este ocurriendo mayoritariamente en los hospitales de los grandes centros urbanos, como advirtió Soberanes durante su comparecencia el pasado jueves ante la Comisión de Salud del Senado.
No obstante, Hilda Reyes reconoció que en los hospitales de segundo y tercer nivel del sector salud ocurren muertes maternas debido a la «mala calidad» de los servicios, como según reportan –explicó– los propios comités de mortalidad materna de las instituciones públicas de salud.
Consideró que la falta de infraestructura, presupuesto, capacitación y equipamiento hospitalario, entre otros factores, redundan en un mal servicio en el IMSS, y en otras unidades del sector salud.
ESCANDALOSA TASA DE MORTALIDAD
Por separado, Nellys Palomo calificó como «escandaloso» que el Distrito Federal presente una elevada tasa de mortalidad materna, lo que pone de manifiesto que no sólo las mujeres más pobres y sin educación fallecen en las salas de parto.
Puso como ejemplo que según investigaciones de grupos civiles, las muertes maternas que se han registrado en la delegación Iztapalapa –uno de los barrios más populosos de esta capital–, corresponden a mujeres jóvenes de entre 30 y 35 años de edad y con educación media y media superior.
Palomo manifestó que el anuncio de la CNDH contradice los informes del IMSS acerca de que la tasa de mortalidad materna en esa institución va a la baja. Precisamente hoy, en una inserción pagada en la prensa, el instituto reportó que en sus hospitales las muertes maternas disminuyeron en 25 por ciento en los últimos cuatro años.
La dirigente de la organización civil con trabajo en zonas indígenas para prevenir muertes maternas, señaló que la mala atención en salud y la falta de presupuesto para el sector se circunscribe en un proceso de «privatización» de los servicios sanitarios.
Además observó que el programa Arranque Parejo en la Vida (APV) de la SS –enfocado a abatir la muerte materna–, no se aplica de manera prioritaria en las ciudades. Criticó la disminución del presupuesto federal para ese programa, y resaltó que una buena parte de los recursos del APV provienen del sector privado.
Nellys Palomo e Hilda Reyes fueron entrevistadas durante una reunión con mujeres indígenas para un proyecto de prevención de muerte materna en zonas rurales.
2004/RM/GV
