Un estudio médico realizado a 163 mujeres embarazadas en trabajo de parto en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, indicó que el 51 por ciento de ellas presentaron deficiencias de hierro en forma similar a lo que ocurre en otros países en desarrollo.
La investigación del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), que se realizó en el Hospital de Ginecología y Obstetricia número 15, señaló que previo consentimiento informado se tomó a las mujeres una muestra de sangre, a excepción de las pacientes con enfermedades como diabetes mellitus, preclampsia, eclampsia o aquellas con antecedentes de transfusión sanguínea.
El 94 por ciento de las mujeres estudiadas acudió a control prenatal y 46 por ciento fueron primigestas (primer embarazo), el 44 por ciento de dos a tres gestas, y 10 por ciento con cuatro o más embarazos.
Cabe mencionar que el ocho por ciento fumó durante el embarazo, y el 76 por ciento tomó suplemento con hierro durante la gestación.
Los resultados finales revelaron que la ingesta de suplementos ferrosos impactó las reservas de hierro maternas así como en los recién nacidos.
En conclusión, los resultados sugieren que las reservas de hierro de los recién nacidos se encuentran estrechamente relacionadas con las reservas de hierro maternas, por lo que una evaluación al inicio de la gestación determinaría la necesidad de suministrar suplementos ferrosos, y contar con más posibilidades de disminuir los efectos adversos de la deficiencia de este metal en el recién nacido durante el desarrollo embrionario y fetal.
Igualmente, se evitarían mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares en la vida adulta.
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