La responsable del programa de VIH/Sida en la Clínica Especializada Condesa, calculó que existen más de siete mil personas con la enfermedad en el Distrito Federal. En el caso de las mujeres, la mayoría fue infectada por la vía sexual.
Hasta 2001, la Clínica Especializada Condesa atendió en sus instalaciones en la colonia del mismo nombre a cerca de 53 mujeres, de las cuales cinco estaban embarazadas.
Sin embargo, dijo que el gobierno capitalino pondrá en marcha un programa para mujeres embarazadas, y así tratar de evitar contagios en sus hijos. De esta forma, 222 centros de salud en las 16 delegaciones practicarán exámenes de sangre de manera gratuita y confidencial.
Soler explicó que muchas mujeres en edad reproductiva están infectadas y desconocen su situación, lo que pone en riesgo a sus hijos. Dijo que es necesario detectar el virus a tiempo en las mujeres embarazadas quienes pueden ser tratadas con antirretrovirales durante la gestación y en el momento del parto, lo que disminuye las posibilidades de contagio en los bebés.
Aclaró que las mujeres que están siendo atendidas en la clínica a pesar de haber sido infectadas por la vía sexual, no son trabajadoras sexuales sino mujeres pobres que tienen o han tenido parejas estables, y que llegaron a dicho centro de salud en un estado de enfermedad avanzado.
Señaló que la clínica tiene capacidad para atender a dos mil personas en forma ambulatoria, toda vez que no cuenta con servicios de hospitalización, sin embargo insistió en la urgencia de que la población cuente con consejería y diagnóstico voluntario en todas las delegaciones del DF.
Soler alertó a los capitalinos y en especial a las mujeres que están embarazadas acerca de la necesidad de efectuar la prueba de detección del virus, en especial cuando se tienen comportamientos de riesgo como son las relaciones sexuales sin protección –sin condón–, o cuando existe intercambio de fluidos.
Hizo notar que en países desarrollados como Estados Unidos, del 80 al 90 por ciento de las personas infectadas conocen su estado, mientras que en México menos del 10 por ciento conoce su enfermedad lo que facilita la mayor propagación del virus.
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