Tras analizar el discurso presidencial, el ofensivo dicho de las «lavadoras de dos patas» y las reacciones frente al hecho, defensoras del Centro de Derechos Humanos Miguel Pro Juárez concluyen que su anterior lenguaje políticamente correcto sólo fue una estrategia mercadotécnica.
«A lo largo de su sexenio, el presidente Fox ha expropiado la utilización de una acción afirmativa, que es el uso de lenguaje específico para visibilizar a las mujeres, con sus frases tipo ‘chiquillos y chiquillas, hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras», analizan en un comunicado.
«Ahora confirmamos que este uso de lenguaje no fue más que una estrategia mercadotécnica limitada a su campaña política, ya que a finales de sexenio ni siquiera lo está utilizando», abunda el Centro Prodh.
Cabe recordar que el presidente Vicente Fox dijo en Mazatlán, Sinaloa, realizó declaraciones en el sentido de que 75 por ciento de los hogares cuentan con una lavadora, «no de dos patas o de dos piernas, sino metálica», lo que generó una oleada de críticas de legisladoras e integrantes de la sociedad civil.
El pasado fin de semana, el presidente mexicano se disculpó en una entrevista televisiva por el incidente, pero no se considera una disculpa de carácter oficial.
Este lapsus presidencial es muestra de discriminación, indicó el Prodh: «Su comportamiento nos parece impropio de su investidura presidencial, no solamente por ser discriminatorio, sino porque confirma una vez más que las acciones realizadas por su gobierno para garantizar el respeto a los derechos humanos se limitan al discurso.»
Con sus declaraciones, el presidente evidencia «su machismo al degradar e insultar uno de los trabajos no remunerados que muchas de las mexicanas realizan para sustentar sus hogares y que, en los casos en los que se realizan fuera de sus hogares, son remunerados de una manera injusta y sin prestaciones sociales.»
Tras criticar que el vocero oficial minimizara el incidente, remarcaron que «no podemos darnos el lujo de diluir, a través de un mal chiste, una realidad de violencia contra las mujeres que encuentra su punto más álgido y preocupante en Ciudad Juárez y en la persistencia de asesinatos y desapariciones de mujeres.»
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