Mujeres y hombres tienen derecho a contar con información acerca de la anticoncepción de emergencia, concluye el estudio La anticoncepción de emergencia: un método simple, seguro, efectivo y económico para prevenir embarazos no deseados, en el que participó Rafaella Schiavon, actual directora de Planificación Familiar del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (SS).
La investigación, publicada por La Revista de Investigación Clínica en el año 2000, aclara que la anticoncepción de emergencia es capaz de prevenir un embarazo, pero nunca de interrumpirlo, es decir no es un método abortivo.
Si bien en México existen dificultades para calcular el número absoluto de embarazos no deseados, con base en la «necesidad no satisfecha» en anticonceptivos, que en algunos sectores de la población alcanza hasta un 39 por ciento (de acuerdo al estudio), se deduce que el fenómeno tiene proporciones significativas, en especial en los sectores más jóvenes y desprotegidos de la población.
El destino de estos embarazos, según las y los investigadores, (entre ellos Ana Langer, directora del Population Council), podría ser el aborto, realizado la mayor parte de las veces en condiciones inseguras.
En este caso consideraron que la anticoncepción de emergencia (AE) tiene la potencialidad de prevenir un elevado porcentaje de estos embarazos, así como reducir la necesidad de recurrir a un aborto inseguro.
La actual directora de Planificación Familiar, junto con el resto de los investigadores que intervinieron en el estudio, advirtieron que la AE puede funcionar como método de respaldo en caso de falla (ruptura) del condón en todas aquellas mujeres y parejas (ocho millones en Estados Unidos y cerca de seis por ciento de las mujeres en México) que lo utilizan de manera regular como método anticonceptivo.
Explican que la AE es un método que se puede utilizar para evitar un embarazo después del coito, en caso de relaciones sexuales no protegidas, de fallas o accidentes con anticonceptivos, o de una violación.
Igualmente las y los investigadores advierten que las pastillas anticonceptivas de emergencia (PAE) combinadas son pastillas de uso normal y ampliamente aceptadas en anticoncepción. Se administran en dosis mayores y por tiempos cortos, siempre después de una relación sexual no protegida.
En la investigación se menciona que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) no existen riesgo para la salud de la madre o del producto, en caso de toma de las PAE durante el embarazo temprano.
En el texto se advierte, no obstante, que cualquier método de anticoncepción de emergencia nunca podrá sustituir el uso del condón, dado que no previene de enfermedades de transmisión sexual incluido, el sida.
Aunque también descartan la AE como pastillas de uso rutinario, ya que utilizarlas repetidamente podría exacerbar sus efectos colaterales.
En las conclusiones del estudio destaca el potencial que tiene el método para reducir significativamente el número de embarazos no deseados y de abortos inseguros, lo que se ha hecho patente en diferentes contextos y países.
Igualmente recomiendan proporcionar información acerca de la anticoncepción de emergencia a las y los adolescentes antes del inicio de su vida sexual, ya que este grupo en particular está expuesto al riesgo de no utilizar métodos anticonceptivos en sus primeras experiencias sexuales o de experimentar fallas o errores en el uso de los mismos.
La investigación aludió una encuesta realizada con más de mil usuarias y usuarios de dos servicios de salud en la Ciudad de México, donde fue evidente el bajo nivel de conocimientos sobre la AE.
El sondeo arrojó actitudes positivas de las mujeres hacia el método acompañada de un reclamo en el sentido de que si existe este recurso desde hace tiempo por qué no habían contado con esa información antes.
04/SM/GMT
