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Hospitales extranjeros detrás de grupos antiabortistas mexicanos

Por Silvia Magally

Hospitales extranjeros dedicados a practicar abortos a mujeres latinoamericanas podrían estar detrás de los grupos que se oponen en México a su legalización, advirtió hoy el director del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Gerardo Laveaga.

Al inaugurar el coloquio Los Aspectos Eticos y Legales del Aborto: La Despenalización a Debate en instalaciones del Inacipe, Laveaga insistió en que detrás de la penalización del aborto existe un negocio de clínicas extranjeras a las que grupos antiabortistas como Provida están siguiendo el juego.

Integrantes de Provida se plantaron a las puertas de la institución para protestar por la realización del coloquio, convocado por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y la Procuraduría General de la República (PGR), portando mantas con la leyenda «Macedo, el derecho a la vida no se debate», pero el procurador no estaba presente.

Álvaro Vizcaíno, secretario general de Profesionalización y Extensión Académica del Inacipe, aclaró que esta institución es descentralizada y no refleja de ninguna manera la posición del procurador y que el coloquio es un ejercicio académico.

En el auditorio Alfonso Quiroz Quarón del Inacipe el penalista Jesús Zamora Pierce, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, dijo en su turno que defiende el derecho a la familia como los grupos de Provida porque nadie en su contra, pero insistió en que el aborto es un problema de salud pública que no resuelve el derecho penal.

Sugirió que el aborto más que resolverse por el sistema de justicia tiene otros caminos como es el acceso a los métodos anticonceptivos y mencionó que incluso la iglesia que aprueba el método billings evita así otros métodos a los que se opone y a embarazos no deseados. «Nunca acabaremos de ponernos de acuerdo», sentenció.

El jurista mencionó que en el problema del aborto hay visiones parciales cuando no se aborda la situación de las mujeres que recurren a esta práctica. En México, añadió, este delito no se sanciona ya que de ser así las cárceles tendrían una población 10 veces superior.

DEROGADA DE HECHO LA LEY ACTUAL

Consideró que la legislación actual «está derogada en los hechos» porque tanto la sociedad como los ministerios públicos han decidido no sancionar al no denunciar, pero ello no evita la clandestinidad en la que ocurren los abortos y en el peor de los casos la muerte de miles de mujeres.

Al problema del aborto, agregó Zamora Pierce, se suma el machismo ya que si los hombres fueran quienes se embarazan el problema habría sido resuelto hace mucho. «No estaríamos discutiendo en este momento».

El médico Ruy Pérez Tamayo, integrante del Colegio de Bioética, consideró en su turno que el problema del aborto debe verse desde la ética médica profesional y no desde las creencias religiosas.

En su intervención en la mesa redonda sobre este tema el también jefe de Medicina Experimental del Hospital General de México calificó de hipócrita a la Iglesia Católica y a la sociedad que enfrenta a los jóvenes a la rebeldía y al rechazo de sus normas.

En su opinión la despenalización del aborto favorece el proyecto de vida de las mujeres y puede evitar suicidios y embarazos no deseados.

Aseguró que en México las mujeres aún católicas y casadas están abortando y corren el riesgo de caer en manos incapacitadas poniendo en riesgo su vida por complicaciones graves de abortos inseguros.

En la misma mesa participó el juez penal del primer circuito judicial de San José Costa Rica, José Daniel Hidalgo Murillo, quien consideró que la mujer que aborta sufre graves daños sicológicos y tiene una penalidad natural al sentirse culpable por la interrupción de su embarazo.

Aclaró que en su país la mujer que recurre a esta practica no es detenida ya que el aborto no se considera un delito grave.

Sin embargo insistió en que el problema es más de índole moral que legal dado los daños sicológicos causados que no pueden ser resueltos solamente en el terreno jurídico.

Dijo que el gran debate es el derecho a la vida o el derecho al aborto aunque en su opinión es inútil hablar de aborto cuando existe un consenso en la defensa de la vida desde el momento de la concepción tal y como se ha pronunciado en el seno de las Naciones Unidas.

2003/SM/LGL/MEL

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