La gobernabilidad democrática con visión de género es la que concibe la ciudadanía como una forma de autorregulación y desarrolla las capacidades de las mujeres como ciudadanas y actoras estratégicas, señalaron la investigadora mexicana Alejandra Massolo y la ex guerrillera salvadoreña Morena Herrera.
Al participar aquí en el seminario «Género, gobernabilidad y políticas públicas», en el marco del Tercer Foro Social Mundial que concluye mañana martes, las expertas advirtieron que un buen gobierno local no puede ser insensible a la problemática de las mujeres y ajeno a la responsabilidad de políticas que permitan la igualdad de oportunidades entre ambos sexos.
Convocadas por el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer; la Asociación en Género Ciudadanía y Desarrollo, de Brasil, así como el municipio de Cuenca, Ecuador, las especialistas analizaron el concepto y la puesta en practica de la gobernabilidad.
También escucharon la vivencia de la coordinadora especial de la Mujer del estado de Sao Paulo, Tatau Godinho, y de Carmela Bardalez, del Plan de Igualdad de Oportunidades de Cuenca, Ecuador.
ANTIDEMOCRÁTICO EXCLUIRLAS DEL PODER
Sin las mujeres no hay una construcción democrática del ejercicio del poder de los gobiernos locales, apuntó Morena Herrera, integrante de la dirección colectiva de la asociación civil «Las Dignas».
Definió a la gobernabilidad como la capacidad de tomar decisiones que vinculen a la sociedad civil con un ejercicio permanente de escuchar a los gobernados incluyendo a la oposición.
La integrante de la Red Mujer y Hábitat, Alejandra Massolo, señaló que la gobernabilidad democrática local está asociada a la autonomía del gobierno local y a la participación ciudadana.
Agregó que las mujeres, por su papel de gestoras sociales, han contribuido a mantener la gobernabilidad local, resolviendo carencias de la vida cotidiana mediante la tenaz intermediación ante las autoridades locales.
Gracias a ello las políticas de ajuste neoliberal y las crisis económicas no han provocado crisis generalizadas de ingobernabilidad local.
Señaló que el ejercicio de la gobernabilidad democrática representa un desafío de cambio y aprendizaje para la participación política de las mujeres, si se pretende que gobiernen municipios de una manera alternativa e innovadora.
Por su parte, Tatau Godinho, de la municipalidad de Sao Paulo, advirtió que el gobierno que no vea la desigualdad entre mujeres y hombres, seguramente la profundizará.
La construcción de la ciudadanía, sobre todo de las mujeres, es comprender que el cumplimiento de los gobernantes, por ejemplo en la pavimentación de las calles o en el facilitar el acceso a los servicios de salud, no es más que el cumplimiento de un derecho conquistado.
LLH/MEL/RGR
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