El patriarcado explota a las mujeres a través de la llamada doble jornada, a la que se suma el trabajo adicional para crear condiciones que permitan a ellas participar en el trabajo asalariado, coincidieron en señalar especialistas en el tema.
Durante su participación en el Programa Publico y Privado -producción de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC)- la integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas, Ada García Cortés, señaló que la doble jornada obedece, entre otros factores, a los bajos salarios que obliga a las mujeres a incorporarse al sistema de trabajo para completar el gasto familiar.
Es decir, sostuvo la activista, por un lado aporta al ingreso familiar y, por el otro, se ha convertido en un soporte económico, aunque el trabajo en casa no se valore, porque ante los ojos de la sociedad es invisible.
Por otro lado, García Cortés comentó que la mujer esta buscando con mucha fuerza que la tomen en cuenta, «cada día hay más posibilidades de salir a prepararse y romper con el esquema que señalaba que la única opción para las mujeres era casarse. Ahora las mujeres buscamos desarrollarnos, ser independientes y aportar nuestros conocimientos a la sociedad.
La integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas comenta que el hecho de que en algunas dependencias tengan un horario de trabajo para las mujeres, de 08:00 a 15:00 horas es buena, pero también impacta directamente en el salario, debería ser como el de los varones.
Además, explicó que a pesar de que las leyes protegen a las mujeres y que existen contratos colectivos muy avanzados que favorecen a las mujeres en relación con su maternidad, todavía hay quienes no respetan la licencia de embarazo o se les niegan los permisos cuando los hijos o hijas están enfermas.
El movimiento feminista, agregó la invitada a Público y Privado, ha tenido importantes aportaciones en algunos contratos colectivos de trabajo. Como ejemplo citó el caso del sindicato de la Universidad Nacional Autónoma de México y el del periódico La Jornada, donde incluso existe una cláusula de paternidad, para que los hombres también puedan ejercer ese derecho y obligación que tienen de atender a los hijos, pero muy pocos lo ejercen.
Por su parte, Ximena Pedregal, del Centro de Investigación y Capacitación de la Mujer A.C. (CICAM) aseguró que aún cuando existen importantes avances, «el llamado sistema patriarcal, esa red de culturas de modos de pensar, es muy tramposa».
Hoy los padres hacen cosas que antes no hacían, como ir al mercado, cooperar en las labores del hogar, incluso habría un pequeño sector de varones educados de otra manera por sus madres, con ideas más avanzadas, pero ello ha implicado más trabajo para las mujeres.
Las mujeres que trabajan, también atienden su casa, se capacitan, militan, se ocupan de mejorar las condiciones de su barrio, actividades que multiplican sus jornadas de trabajo, «son pequeños avances para mejorar esta doble carga horaria, del sistema patriarcal, compensándose con creces a través de otro tipo de exigencias para ellas».
Por último, Ximena Pedregal recordó que cuando la mujer accede al trabajo, lo hace bajo una condición cultural e ideología en la sociedad, la gratuidad al trabajo», esto a hecho que las mujeres piensen que cuando realizan este trabajo deben de dar las gracias y aquí es donde debemos revisar estrategias, como articulamos lo cultural con el trabajo.
2005/SA/SJ
