La Facultad de Medicina y Centro Médico Davis de la Universidad de California coordina la instauración en Estados Unidos de un estudio en primera fase para probar la seguridad y la tolerancia de dos nuevas vacunas para prevenir el VIH en experimentación desarrollada por la casa Merck.
Esas dos vacunas han pasado por un proceso de ingeniería genética diseñado para que su acción desemboque en la protección del organismo frente a la infección por VIH, basándose respectivamente en el empleo de ADN y en el de una partícula no infecciosa conocida como adenovirus.
Ambas incluyen también una parte del VIH denominada gen gag. El proceso de modificación genética, sin embargo, garantiza que las vacunas no contienen virus vivo y por ende no pueden causar infección por VIH.
La vacuna del ADN del VIH-1 utiliza una copia artificial de uno de los genes del VIH, el gag, mientras que la vacuna del adenovirus serotipo 5 del VIH, que contiene la misma copia artificial del gen del VIH, utiliza además como soporte un virus respiratorio defectuoso y no infeccioso, el adenovirus. Ambas tienen como objetivo provocar una respuesta del sistema inmunitario ante el VIH real.
La intención de este estudio en Estados Unidos es evaluar el efecto de estas vacunas sobre la capacidad del sistema inmunitario para producir respuestas de células T y anticuerpos contra el VIH-1, según Thomas Evans, investigador principal y profesor jefe de la División de Enfermedades Infecciosas en dicha Facultad.
Un objetivo secundario es determinar si el fosfato de aluminio, un aditivo corriente en las formulaciones de vacunas, mejora la respuesta inmunitaria.
El ensayo es un estudio doble ciego en el que algunos participantes reciben las vacunas en experimentación y otros placebos. Ni los voluntarios ni los investigadores conocen qué producto se administra a cada quien.
La sustancia se administra con una inyección en el músculo. Los estudios previos en animales y 30 voluntarios sin VIH han mostrado que las vacunas son en general seguras y bien toleradas: los efectos adversos más comunes fueron dolor en el lugar de la inyección y dolor de cabeza.
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