La castración total de un niño de dos meses de edad en un acto de venganza contra la madre y necesidad de una vaginoplastía como única solución para salvarle la vida, urgió al Congreso del Estado de Veracruz a establecer penas mayores para el castigo de la violencia intrafamiliar.
El diputado Silvio Lagos Martínez presentó ayer la iniciativa ante el Pleno del Congreso que adiciona una fracción al artículo 137 del Código Penal estatal, en la que se establecen penas de 15 a 20 años y multa de hasta 300 días de salario mínimo a quien «realice la castración parcial o total de los genitales del varón, provocando daño irreversible a la identidad sexual.»
Al hacer uso de la voz, el legislador reconoció el incremento alarmante de casos extremos de violencia intrafamiliar y hechos que ponen de manifiesto expresiones de violencia inimaginables dentro del núcleo familiar y otros espacios sociales principalmente en contra de mujeres, niñas y niños.
Tal fue la respuesta ante un caso que impactó a la sociedad veracruzana, luego de que un sujeto castró a un niño de sólo dos meses de edad, acción que modificó la identidad genérica prevista para éste.
«El niño que se debatía entre la vida y la muerte tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y ante la imposibilidad médica de reimplantarle sus genitales, un grupo interdisciplinario de médicos del Hospital Infantil de la ciudad de México, tomó la decisión para salvarle la vida, de cambiar su sexo practicándole una vaginoplastía», detalló Lagos Martínez.
Las penas que marca actualmente el Código Penal de Veracruz aplicables a quienes incurren en la castración parcial o total, son insuficientes, insistió el legislador.
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