Las doctoras Eva Ramón Gallegos y Aura Judith Zapata de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizaron un estudio que podrá contribuir a combatir los índices de mortalidad por cáncer cervicouterino en México y a nivel mundial.
Se trata de una terapia llamada fotodinámica, a través de la cual eliminan solamente células malignas, y además evita efectos secundarios, así que el método no es invasivo.
Las investigadoras comprobaron que a diferencia de tratamientos como la radioterapia o la quimioterapia, normalmente utilizadas para el tratamiento del cáncer de cérvix, la fotodinámica no es agresiva ni crea efectos secundarios (no mata células sanas y no aparecen otros tumores) ya que es una terapia de irradiación localizada que sólo actúa sobre las células dañinas.
«La principal aplicación de este tratamiento podría ser en lesiones premalignas, cuando se quiere salvar la fertilidad de una mujer joven o para evitar la extirpación del útero», afirmó Eva Ramón.
Aunque la terapia fotodinámica ya se utiliza para el tratamiento de cáncer de piel, su aplicación podría extenderse en un futuro para el cáncer de cervix, agregó.
Los estudios que se realizaron revelaron que el 90 por ciento de las células malignas se eliminaron, sin embargo, la investigadora explicó que el proyecto continuará con el objetivo de eliminar el 100 por ciento restante de las células cancerosas, y más adelante combinará esta terapia con algún tratamiento de los que actualmente se emplean como cirugía, ya que el riesgo de invasión de cáncer a otros órganos, disminuye notablemente.
Señaló que aun cuando en instituciones educativas y de investigación de todo el mundo se trabaja en la búsqueda de nuevos tratamientos para el cáncer cervicouterino, la medicina preventiva es el mejor aliado para contribuir a reducir los índices de esta neoplasia.
«La forma más sencilla de prevenir el cáncer cervicouterino es mediante el estudio del papanicolao, que es una muestra de la secreción del cuello de útero, pero para que sea más efectivo es conveniente que vaya acompañado de una colposcopia», puntualizó.
Hasta la fecha los programas de prevención de cáncer cérvico uterino en el país han sido un fracaso. En los últimos 20 años no se ha logrado abatir las tasas de mortalidad, ya que las últimas estadísticas nos indican, que en México, 5.000 mujeres mueren cada año de esta enfermedad, de acuerdo al centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM)
Las cifras más recientes de la Secretaría de Salud indican que en 2001 murieron 12.3 mujeres por día a causa del cáncer cervicouterino, de hecho es la segunda causa de muerte en las mujeres mexicanas.
2004/HS/SM
