En México seguirá impune la trata de personas, la tercera empresa delictiva más grande del mundo según la ONU, que genera ingresos anuales a las y los delincuentes de aproximadamente 9 mil quinientos millones de dólares.
Hoy, en su último día de sesiones, la Cámara de Diputados dejó congelada la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, al quedar fuera de la orden del día para su discusión, en el pleno la minuta aprobada en lo general por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el martes pasado.
Esta iniciativa había sido ya votada a favor, por unanimidad, en el Senado en diciembre del 2005 y estaba en manos de la Comisión desde febrero, señalaron integrantes del Grupo Promotor de la Legislación Anti Trata de Personas.
En su opinión, la propuesta cumple con las convenciones y recomendaciones internacionales sobre derechos humanos y, en particular, sobre la trata de personas, sentando por primera vez las bases para combatir y perseguir las diversas manifestaciones de este delito en México.
Sin embargo, observaciones de última hora del diputado panista Sergio Vázquez, integrante de la Comisión, retrasó el trabajo legislativo.
La más importante, explicaron, se refiere al primer artículo de la Ley que la define como de orden público y de observación general, es decir, que debe ser aplicada por las autoridades en todos los niveles.
Para los panistas debía eliminarse un punto que se refiere a las reglas de su aplicación en todo el territorio nacional en materia del Fuero Federal, lo cual en su opinión limita las posibilidades de que el delito pueda ser perseguido en los Estados por autoridades locales.
La observación no era admisible, señalaron integrantes del Grupo Promotor de la Legislación Anti Trata de Personas, pues no contradecía ninguna disposición al marco jurídico en materia procesal o Constitucional, y fue «al cuarto para las doce» pese a que tuvieron en sus manos la iniciativa desde febrero.
Para los promotores de esta Ley, no existe ninguna contradicción así como para una veintena de organizaciones civiles, especialistas y miembros de organismos internacionales como la OIM y la OIT, por tanto no había porque objetarla y, una vez aprobada, había posibilidades de llevarla a los estados para su discusión y aplicación.
La trata de personas es considerada hoy en día como la forma moderna de esclavitud y servidumbre, las principales víctimas son mujeres, niñas y niños además de que viola los derechos humanos al mantener en la esclavitud a las personas afectando su libertad y seguridad.
Dicho delito es considerado de lesa humanidad por el Estatuto de la Corte Penal Internacional.
06/CV/LR
