La subsecretaria para Derechos Humanos y Democracia de la cancillería mexicana, Mariclaire Acosta, reconoció que México y las democracias de la región enfrentan importantes obstáculos para defender a cabalidad las garantías humanitarias, al clausurar ayer la Conferencia Regional sobre la Educación en Derechos Humanos en América Latina y el Caribe.
«La corrupción, la falta de justicia, la impunidad, la cultura autoritaria que ha producido desconfianza entre gobierno y sociedad, la discriminación y la marginalidad que generan y perpetúan la pobreza, acentuada en las mujeres y en los grupos vulnerables, entre los cuales destacan los pueblos indígenas», fueron algunos de los retos mencionados por la funcionaria.
«La coherencia entre lo que se dice y lo que efectivamente se hace en derechos humanos es, sin duda, el fundamento para cualquier estrategia educativa que quiera ser eficaz en la materia,» dijo en la reunión a la que asistieron el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, y el subdirector de dicha institución, Pierre Sané.
La Conferencia Regional, que inició el miércoles pasado, tuvo por objeto trazar estrategias nacionales con miras a la educación en derechos humanos.
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