La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) rechazó la queja presentada por la ex jefa de Gobierno de esta ciudad Rosario Robles Berlanga, en contra de los diputados locales del PAN Federico Doring, Walter Alberto Winder y del PRI Arturo Barajas.
A decir del segundo visitador de la CDHDF, Alejandro Delint García, a esta dependencia no le compete conocer sobre la queja de Rosario Robles, toda vez que los legisladores señalados en el escrito de queja «no desempeñan empleo, cargo o comisión en la administración pública o en los órganos de procuración e impartición de justicia del Distrito Federal».
Lo anterior se fundamenta en el artículo 102, apartado B de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el artículo 3 de la Ley de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Adicionalmente, sostiene Delint García, las conductas que se atribuyen a los diputados locales al no ser de naturaleza administrativa sino legislativa, pudieran estar amparadas por la inmunidad parlamentaria prevista en el artículo 61 de la Constitución mexicana.
Cabe destacar que Rosario Robles Berlanga, ex jefa de gobierno presentó el 19 de octubre pasado a la CDHDF una queja contra los legisladores locales del PAN y PRI por violar su derecho de presunción de inocencia.
En el documento de queja, Robles señaló que los legisladores locales violentaron un derecho humano fundamental que le es inherente, el de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, queja que fue apoyada por más de mil mujeres líderes sociales y políticas.
A decir de Robles, la queja fue presentada a raíz de una campaña de difamación a través de los medios de comunicación, por parte de los legisladores locales sobre supuestas irregularidades por seis mil millones de pesos, lo que significa el 10 por ciento del presupuesto del Distrito Federal, del cual fue exonerada por la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.
Otras de las acusaciones que hicieron públicas los legisladores locales es la falta de permiso de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para la transferencia de fondos; una supuesta comida con los contadores mayores de Hacienda a quien aparentemente Robles solicitó no entregar las cuentas de 1999, las cuales no corresponde a su período de gobierno. Cabe resaltar que dichos contadores negaron los hechos ante la ALDF.
El día que Robles presentó su queja ante la CDHDF señaló que la acción tenía como propósito ponerle freno a la impunidad, ya que no sólo desprestigian –los legisladores locales– a su persona, sino a las mujeres que han luchado durante años por abrir espacios y demostrar su capacidad para estar al frente de las grandes decisiones políticas de esta ciudad y nuestro país.
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