El Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE) pretende que esta su primera conferencia asegure una gran alianza que obstaculice a las fuerzas conservadoras de la región que impiden la difusión y uso de ese recurso.
Para ello cuenta con medios económicos, el impulso de 44 organizaciones de 15 países, el compromiso de 27 parlamentarios de América Latina y una experiencia de dos años.
Así lo afirmó Ángeles Cabria, coordinadora del CLAE e integrante del Pacific Institute for Women’s Health, de Estados Unidos, al señalar que una de las metas de esta conferencia es mostrar a los tomadores de decisiones la trascendencia de disminuir los embarazos no deseados y los abortos clandestinos en defensa de la vida de millones de mujeres en la región.
Igualmente se busca establecer planes multidisciplinarios en cada país. De ahí que en la sala estén parlamentarios, autoridades sanitarias, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales tanto públicos como privados. Se trata de lograr compromisos y nuevas normas de salud para las mujeres.
El CLAE tiene claro que los cambios en los aparatos de seguridad social han dejado a muchas personas sin protección; la falta de capacitación ha dejado sin argumentos a las organizaciones no gubernamentales y la escasez de políticas sociales ha lacerado la ética en las políticas de los gobiernos.
Lo cierto es que a partir de esta conferencia se pretende profundizar la investigación y abrir un espacio sobre información, educación y comunicación sobre la anticoncepción de emergencia a toda América Latina.
En ese sentido, en una segunda intervención de Raffaela Schiavon, de Population Council, de México, aseguró que la resistencia que argumentan los sectores conservadores no es de los pueblos. Las mujeres y las parejas usan anticonceptivos y son éstas mismas las que exigen y reclaman el conocimiento sobre la metodología de la anticoncepción de emergencia.
Algunas intervenciones durante los trabajos han señalado que ese recurso contra los embarazos no deseados no es una panacea, pero hoy debe formar parte de los derechos sexuales y reproductivos consagrados en los instrumentos internacionales y en diversas convenciones.
También se propuso iniciar un diálogo con los medios de comunicación para que apuntalen la demanda y se habló de buscar fondos económicos para mantener la promoción de la anticoncepción de emergencia.
| |
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente El servicio informativo se realiza gracias al apoyo |
