Académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) criticaron hoy los programas y las políticas públicas del gobierno dirigidos a mujeres, al considerar que son asistencialistas y hay un claro retroceso en ellos.
Durante su participación en la mesa redonda Las mujeres en el trabajo: qué tanto se ha ganado y qué tanto se ha perdido, las académicas señalaron que el discurso sólo plantea la industrialización y el desarrollo, pero que se queda en discurso porque no toma en cuenta las necesidades reales de este sector de la población.
La académica María de Jesús López Amador advirtió que de nada sirve una política pública que no toma en cuenta las necesidades de las mujeres y en especial de las que trabajan, como la maternidad, el cuidado de los enfermos, de los hijos.
Mientras no sea así, enfatizó, entonces las políticas de empleo son falsas. Y es que las académicas reunidas entre las que figuraban Flérida Guzmán, Patricia Rodríguez, María Luisa González Marín y Consuelo Martínez, reconocieron que el Estado se ha retirado de proporcionar servicios, lo que ha propiciado que el cuidado de los enfermos, de los hijos o de los ancianos, quede a cargo de las mujeres.
Asimismo, enfatizaron en que el Estado ya no invierte en estos servicios y no hace nada en política pública porque se ahorra el pago de enfermeras, de cuidadoras, de mantenimiento de asilos, entre otros.
En este sentido, la visión del Estado es errónea, pues plantea el combate a la pobreza y al mismo tiempo no hace nada por revertir las condiciones paupérrimas que viven las mujeres, por eso elimina los programas dirigidos a ellas.
Esto se debe, en gran medida, a que el Estado tiene como limitante el gasto público, ya que tan sólo 13 por ciento de éste se destina a pagar los intereses de la deuda pública.
Ello ha contribuido a que las mujeres no cuenten con los servicios suficientes para desempeñar sus labores, no hay suficientes guarderías, los horarios escolares son incongruentes con los horarios de las madres que trabajan y no tienen prestaciones.
También, ha sido un factor determinante para que las mujeres se integren a las filas del sector informal donde su situación laboral se agrava ante la falta de prestaciones y seguridad social.
Todo ello, destacaron las académicas, también ha influido en la calidad de vida de las mujeres, y en un impacto negativo en su salud, pues ahora padecen enfermedades que antes eran consideradas como masculinas, tales como infartos, estrés, úlceras y depresión.
«El Estado no está tomando en cuenta estos factores, tan es así los 24 programas de salud dirigidos a las mujeres se redujeron a 13 en 2004, advirtió Consuelo Martínez, de la organización civil Equidad de Género, Ciudadanía y Trabajo.
Aunque diversas instancias académicas han trabajado con los funcionarios para incidir en la creación de política públicas dirigidas a las mujeres, todavía no han logrado concientizarlos sobre la importancia del tema.
04/LGL/GBG