La ansiedad que generan los problemas familiares severos es un factor de riesgo para la obesidad infantil, es la conclusión a la que llega la investigación llevada a cabo por el Centro de Atención Nutricional Infantil de la barriada de Antimano, en la capital de Venezuela, y presentado en esta capital cubana.
Los rasgos invasivos y sobreprotectores de algunas madres, sumados a la ansiedad, el miedo y el carácter obsesivo se mezclan para impedir el normal crecimiento de los menores, señala la investigación presentada durante el Congreso Internacional de Psiquiatría y Sicología Clínicas efectuado en los últimos días, según reporta la organización latinoamericana Servicio Especial de la Mujer (SEM).
En 69 por ciento de los hogares visitados por un equipo de siquiatras, sicólogos y especialistas clínicos se detectaron problemas familiares, por lo general severos, que motivan al hijo o hija asumir los roles que le correspondería a la pareja de la madre.
Como característica común a las 91 familias encuestadas, los especialistas encontraron un funcionamiento social marcado por la ansiedad, debido a que los menores dependen de los adultos para todo; especialmente de la figura materna. A esto se agrega, además, que en muchos de los casos la progenitora también es obesa, confirma el documento.
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